La cifra de israelíes vacunados con ambas dosis de la vacuna contra el coronavirus superó hoy los cuatro millones, lo que representa poco menos de la mitad de la población y que ha permitido mantener la tendencia decreciente de contagios al mismo tiempo que volver a una cuasi normalidad.
Según números del Ministerio de Sanidad israelí, un 55% de sus alrededor de nueve millones de habitantes ha recibido al menos una dosis de la vacuna Pfizer, mientras que un 44% ha sido inoculado también con la segunda.
En el último mes, de la mano de su veloz campaña de vacunación, el índice de test de coronavirus positivos ha pasado de un 8% al 3,1 % registrado ayer.
El cuadro de Our World in Data que compara el avance de la vacunación de cada país cada 100 habitantes
El promedio de edad de los nuevos casos detectados también ha bajado de manera notable tras la vacunación de los más mayores, de los cuales la gran mayoría recibió ya ambas dosis hace tiempo.
Otra de las estadísticas alentadoras es la cantidad de pacientes en estado grave, que en el último mes se redujo de cerca de 1.000 a poco más de 600.
Estos indicadores fueron fundamentales para que el Gobierno decidiera reabrir, el domingo pasado, los bares, cafés y restaurantes de todo el país, al mismo tiempo que avanzar en la vuelta a clase de la mayoría de los estudiantes que seguían cursando de manera virtual.
Estas medidas, que privilegian a la población vacunada y portadora del “pase verde” para inmunizados, incluyeron, además, la reapertura de salones de eventos culturales, de lugares de culto y hasta de estadios y auditorios.
Al mismo tiempo, investigadores locales han trabajado contra reloj para producir estudios sobre la efectividad de la vacuna en la población, que no solo han confirmado los resultados de las pruebas clínicas de Pfizer, sino que han sido incluso utilizados por la farmacéutica para demostrar que la vacuna es más eficaz de lo que se pensaba.
“Sabíamos que era apropiado para la humanidad poder seleccionar un país en el que pudiéramos demostrar cómo la vacunación de las personas puede impactar en los índices de sanidad, en la salud de las personas y en los índices económicos, porque serían capaces de reabrir su economía”, explicó ayer el CEO de Pfizer, Albert Bourla, durante una entrevista con el Canal 12 de Israel.
(Con información de EFE)
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