El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha denunciado este miércoles la muerte de al menos 67 personas en Myanmar como consecuencia del golpe de Estado llevado a cabo por la junta militar el pasado primero de febrero.
“Nuestro equipo de la ONU sobre el terreno sigue profundamente preocupado por la pérdida de vidas desde que los militares se hicieron cargo del Gobierno de Myanmar el 1 de febrero”, ha señalado Dujarric en una rueda prensa, en la que ha confirmado la muerte de 67 personas, entre ellas niños y mujeres, al menos hasta el 8 de marzo.
“Cientos de personas más han resultado heridas. El equipo de la ONU pide nuevamente a los militares que detengan el uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos. El uso de fuerza letal contra manifestantes no violentos nunca está justificado por las normas internacionales de Derechos Humanos”, ha demandado.
Al mismo tiempo, Dujarric ha alertado de “los nuevos esfuerzos” llevados a cabo en por la junta militar “para socavar la libertad de expresión”, después de conocerse las nuevas presiones sobre los medios de comunicación independientes.
Este miércoles también se ha reunido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, quien ha condenado al Ejército de Myanmar por su uso excesivo de la violencia contra manifestantes pacíficos y ha exigido “máxima moderación” a la junta militar en este sentido.
AL MENOS 200 DETENCIONES MÁS EN LA ÚLTIMA JORNADA DE PROTESTAS
En las últimas horas, algunos medios de comunicación birmanos han publicado la detención de al menos 200 personas más durante la última jornada de movilizaciones contra las autoridades golpistas en Rangún, el centro económico del país.
De acuerdo con la información publicada por la agencia de noticias Myanmar Now, decenas de personas, la mayoría jóvenes y estudiantes, fueron acorralados y golpeados por las fuerzas de seguridad en el distrito de Okkalapa Norte antes de ser detenidos.
La Embajada de Estados Unidos en Rangún ha utilizado su cuenta de Twitter para denunciar que “estudiantes y civiles inocentes” habían sido “rodeados por las fuerzas de seguridad” en este distrito antes de ser arrestados.
“Hacemos un llamamiento a esas fuerzas de seguridad para que se retiren del área, liberen a los detenidos y permitan que las personas se vayan de manera segura”, pidió la Embajada de Estados Unidos.
Por su parte, la delegación de la Unión Europea en Myanmar también ha alertado de este uso de la fuerza por parte las autoridades en Okkalapa Norte y ha solicitado que a todos los manifestantes “se les permita llegar a sus hogares de manera pacífica”.
PROTESTAS EN OTRAS ZONAS DE MYANMAR
Además de Rangún, en varios puntos de la geografía birmana se han celebrado marchas pacíficas y manifestaciones, muchas de las cuales, señala el portal de noticias Mizzima News, han sido brutalmente reprimidas, aunque no se tiene constancia de más víctimas mortales.
En la ciudad de Myingyan, en el centro del país, al menos dos personas han resultado gravemente heridas como consecuencia de las balas de goma disparadas por las fuerzas de seguridad, quienes también utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Los últimos en sumarse a las protestas son los trabajadores del sector ferroviario, muchos de los cuales, señalan los medios locales, han sufrido redadas también dentro de sus domicilios.
Según la última actualización del balance de presos que hace la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos de Myanmar, 1.620 personas continúan detenidas, mientras que 1.939 han sido arrestadas, imputadas, o han sido ya condenadas.
(Con información de Europa Press)
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