El Ministerio de Exteriores de China convocó este martes a la embajadora de Reino Unido en el país, Caroline Wilson, por la publicación de un artículo crítico con la política de Beijing hacia medios de comunicación internacionales, que el régimen de Xi Jinping calificó como “inapropiado”.
El artículo de Caroline Wilson en chino fue publicado en la cuenta oficial de WeChat de la embajada británica en Beijing la semana pasada, en medio de relaciones ya tensas entre Gran Bretaña y China sobre temas que incluyen Hong Kong, el genocidio de los uigures en Xinjiang y los medios de comunicación.
En el artículo la embajadora Wilson trató de explicar por qué las críticas de los medios extranjeros al gobierno chino no significaban que a los periodistas responsables no les agradara China, sino que de hecho actuaban de “buena fe” y desempeñaban un papel activo en el seguimiento de la acción del gobierno.
Sin embargo, según el comunicado emitido por la cartera de Exteriores, el escrito de la embajadora es parcial y está “lleno de arrogancia y prejuicios ideológicos”, algo que no se ajusta a la imagen diplomática.
Wilson “defendió a medios extranjeros que han sido sancionados por la publicación de noticias falsas”, según las autoridades chinas. El Ministerio de Exteriores señaló que “el Gobierno y el pueblo chino nunca se han opuesto a la prensa extranjera, sino a los medios que inventan noticias falsas y atacan brutalmente a China (...) bajo la bandera de la libertad de prensa y expresión”.
Tras la convocatoria de Beijing, Wilson dijo en su cuenta de Twitter que sigue estando “de acuerdo” con su artículo. “Sin duda, el embajador chino saliente en el Reino Unido respalda las más de 170 piezas que tuvo la libertad de publicar en los principales medios de comunicación británicos”, manifestó la embajadora en referencia a Liu Xiaoming, quien estuvo radicado en Gran Bretaña durante unos 11 años antes de dejar el país en enero. Wilson también publicó un enlace a su artículo, que en WeChat todavía estaba accesible aunque ya no se podía compartir.
La relación entre Londres y Beijing en el ámbito de los medios de comunicación sufrió en los últimos meses una escalada de tensiones, después de que Reino Unido retirara la licencia de emisión de la televisión china CGTN al concluir que el Partido Comunista Chino tenía la responsabilidad editorial final del canal. Una semana después, China hizo lo propio con el canal internacional de la BBC, que había publicado una serie de informes que revelaron los abusos de los derechos humanos contra la minoría musulmana uigur en la región china de Xinjiang.
Por otra parte, la represión china no se limitó a los medios del Reino Unido. Según el informe anual del Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC), la situación de toda la prensa extranjera sufrió un “deterioro considerable” en 2020, con la “mayor expulsión de periodistas desde la época de la masacre de Tiananmen hace más de 30 años”.
En particular, el régimen chino expulsó en 2020 a 18 periodistas extranjeros que trabajaban para los diarios estadounidenses New York Times, Wall Street Journal y Washington Post.
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