Al menos diez personas murieron este jueves a manos de las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Myanmar durante una nueva jornada de protestas en contra del golpe de Estado en el país asiático.
Un manifestante murió por un disparo en la cabeza en el distrito de Dagon Norte, en Rangún, la ciudad más grande del país, según confirmó un testigo a la agencia de noticias EFE.
En la localidad de Myaing, en la central región de Magway, seis personas fallecieron como consecuencia de disparos de las fuerzas de seguridad, mientras al menos otras ocho resultaron heridas.
Las otras tres víctimas murieron durante protestas en Bago, Taungu y en Mandalay, respectivamente. En esta última, la segunda ciudad en importancia del país, los militares se llevaron el cadáver del fallecido, relataron testigos a la agencia española de noticias.
La represión se produjo durante una nueva jornada de manifestaciones en varias ciudades de Myanmar en protesta contra el golpe de Estado perpetrado por la junta militar el pasado 1 de febrero.
Los incidentes tuvieron lugar después de que el Consejo de Seguridad de la ONU acordara el miércoles condenar la represión violenta de las protestas, pero no denunciar el golpe de Estado protagonizado por los militares o hablar de posibles medidas como respuesta por la oposición de varios Estados miembros.
Según fuentes diplomáticas, los quince países dieron el visto bueno a un texto de compromiso en el que se solicita mesura a los militares y se reclama la liberación inmediata de todos los detenidos de forma arbitraria.
No obstante, un experto de la organización fue más allá y afirmó ante el Consejo de Derechos Humanos que la junta militar probablemente “está cometiendo crímenes contra la humanidad, incluidos asesinatos, desapariciones forzadas, persecución, tortura y encarcelamientos”.
“Examinen los hechos” imploró el experto independiente Thomas Andrews, quien recordó ante el Consejo los requisitos para que unos hechos sean considerados crímenes contra la Humanidad. “Que sean cometidos en el marco de un ataque de gran amplitud o sistemático contra una población civil, sea cual sea, y con conocimiento de causa”, dijo.
Por su parte, la ONG Amnistía Internacional (AI) verificó un total de 55 vídeos que demuestran la matanza de manifestantes por parte de la policía y los soldados con armamento letal y militar.
En un comunicado, AI afirmó este jueves que el análisis de los vídeos, realizados por miembros del público y medios y compartidos en las redes sociales, demuestra una estrategia crecientemente letal por parte de las autoridades militares.
Al menos 60 manifestantes y disidentes han muerto a manos de las fuerzas de seguridad y el Ejército desde el inicio de las protestas contra el golpe de Estado.
(Con información de EFE)
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