Cuestionado por su plan de inmunización, el gobierno de Angela Merkel está siendo presionado por las empresas que componen el índice bursátil alemán Dax para acelerar las vacunaciones masivas y ofrecieron hacer una contribución para que las cosas finalmente puedan progresar más rápido y retornar a cierta normalidad.
Las corporaciones y asociaciones más representativas del país proponen vacunar a los empleados y sus familias y, en algunos casos incluso a los no empleados, con sus propios recursos en vista de una tasa de vacunación lenta.
El jefe de Pfizer Alemania, Peter Albiez, se adhiere a esta iniciativa, creyendo necesario que la paralizante campaña de vacunación se acelere enormemente a través de otras iniciativas. En una entrevista a la prensa germana, sostuvo que “las empresas tienen una buena conexión con sus empleados y pueden contribuir con la vacunación”.
Además de asumir los costos, Albiez agregó que las organizaciones pueden incluirse en la estrategia existente, ya que “tienen una red de médicos en sus estructuras que pueden ser utilizados”.
Sumar a los grandes del Dax
En la iniciativa participan compañías como Adidas, Deutsche Bank, Allianz, Deutsche Post, Deutsche Telekom, Siemens y Axel Springer Verlag, esta última, grupo al cual pertenece el diario alemán Bild, responsable del adelanto de parte del proyecto.
Objeto de una reunión entre empresarios y la canciller Merkel este viernes, la cita será espacio para que los ejecutivos expliquen la idea para hacer sus propias ofertas a empleados y entorno a través de los médicos de sus empresas.
Antes del encuentro, el gobierno federal se ha mostrado cauteloso. Según la información conocida, las autoridades prefieren discutir primero la estrategia con la asociación de la industria (BDI) y la asociación de empleadores (BDA) que apoyan la idea, para dar un veredicto.
Los empresarios, coincidiendo con la opinión del jefe de Pfizer, quieren demostrar que los médicos de las compañía podrían motorizar de manera segura y rápida la campaña de inmunización alemana, que ha sido cuestionada desde sus inicios y ha enfrentado al país con la Unión Europea.
Actualmente, el personal médico de los grandes grupos industriales, tienen una amplia experiencia, especialmente a través de las vacunas antigripales que suelen poner a disposición de su personal todos los años.
“Tenemos que pensar en grandes pasos, en grandes dimensiones”. De cara a los próximos meses, tenemos que “movilizar todo”, sostuvo el ejecutivo de Pfizer, Albiez, uno de los responsables de la farmacéutica que produce el desarrollo del biolaboratorio alemán BioNTech.
“Podemos y queremos vacunar”
El jefe de la marca Adidas, Kasper Rorsted, se manifestó a favor de permitir que sus empleados se vacunen, de forma voluntaria y tan pronto como una inyección esté ampliamente disponible.
“Ya lo estamos haciendo hoy con la vacunación contra la influenza”, dijo Rorsted, según el diario Bild. El representante de la marca deportiva agregó: “También podemos imaginarnos ayudando a otras empresas a crear una oferta de vacunación para sus empleados, siempre que sea logísticamente factible”.
Para entender la magnitud, los grandes bancos de Frankfurt podrían convertirse en centros de vacunación para empleados, ya que se calcula que cuentan con 12.000 médicos internos.
Otro directivo que se refirió a la iniciativa, fue el jefe de la automotriz Opel, Michael Lohscheller. Mientras presentaba el balance del fabricante - ahora perteneciente al super grupo Stellantis- que reportó otro millón de ganancias operativas a pesar del coronavirus, pidió que se les permitiera vacunar.
“Podemos y queremos vacunar a nuestros empleados en Opel lo antes posible. Queremos vacunar gratis, tenemos un equipo de médicos de la empresa, podríamos, si la vacuna estuviera disponible, vacunar a 500 personas al día. Por supuesto, también queremos adherirnos estrictamente a la secuencia prescrita de vacunas “, explicó.
Por otra parte, el gigante alemán Siemens, ya está trabajando junto al gobierno de Merkel para colaborar con la campana. El grupo, referente mundial en los sectores energético, sanitario, industrial y de la construcción, ha puesto a disposición a sus equipos médicos para que se sumen los próximos meses a distintos centros de vacunación.
Brasil con una propuesta similar
La poderosa “Coalición Industrial” de Brasil, ya ha lanzado una propuesta para sumar la participación privada a los planes del Estado para la vacunación contra el coronavirus.
El país, que ha experimentado en las últimas horas otro récord de fallecidos por coronavirus, recibió la iniciativa para importar por cuenta de un grupo de empresas 33 millones de dosis para sus trabajadores. El ofrecimiento incluye realizar una donación de casi la mitad para la estrategia gubernamental, algo que analiza el presidente Jair Bolsonaro.
En el caso alemán, la idea de las compañías es otro punto de discusión para la próxima cumbre entre la canciller Merkel y los líderes del país. Sin embargo, en el último encuentro, se dijo que los médicos de la empresa y las empresas deberían participar en la campaña de vacunación “en el transcurso del segundo trimestre”.
En todos los casos, las organizaciones empresariales enfatizaron que las pautas políticas sobre la secuencia de vacunación y la priorización se regirán por las determinaciones oficiales, explicando que la participación busca agilizar la velocidad de vacunación, pero también permitir un retorno mas rápido a la “normalidad” productiva.
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