Israel y Brasil, dos estrechos aliados, firmaron hoy un acuerdo bilateral de cooperación en la lucha contra la COVID-19 y en ámbitos como tecnología o seguridad, durante un acto en Jerusalén con sus respectivos ministros de Exteriores, Gabi Ashkenazi y Ernesto Araujo.
“Además del médico, acordamos trabajar conjuntamente en los ámbitos de la tecnología, innovación, seguridad, agricultura, ciencia y espacio”, anunció Ashkenazi.
“Ayudaremos a Brasil de todas las formas posibles y examinaremos modos de profundizar la investigación y el desarrollo de medicamentos y otras soluciones para hacer frente al virus”, agregó el titular de Exteriores israelí en una comparecencia conjunta con su colega brasileño.
Araujo encabeza una delegación de altos cargos brasileños y está de visita oficial en Israel hasta el martes. Entre ellos se encuentra el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que en los últimos años estrechó vínculos con el Gobierno israelí liderado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
La ceremonia comenzó con la firma de una declaración conjunta por ambos titulares de Exteriores, que expresaron su simpatía mutua y elogiaron los lazos entre las autoridades israelíes y brasileñas.
Araujo, por su parte, aseguró que Israel es “un socio clave en áreas que son absolutamente decisivas para Brasil”, como las “nuevas tecnologías” o la estrategia para afrontar el coronavirus. “Israel está dando ejemplo” al respecto, “está liderando el camino en la vacunación y en la lucha contra la pandemia”, aseguró.
Según agregó, Brasil también cuenta con “iniciativas interesantes en cuanto investigación” sobre la COVID-19, y quiere “compartirlas” con Israel. Además, añadió que busca ser “un socio” del Estado judío “para el desarrollo de vacunas y medicamentos” contra la pandemia.
Justo ayer, Bolsonaro afirmó que existe una vacuna anticovid brasileña que están desarrollando científicos locales, y añadió que los resultados preliminares de los estudios serán presentados al Gobierno israelí por la misión que encabeza Araujo. Su delegación tiene previsto reunirse mañana con Netanyahu.
Más de la mitad de ciudadanos de Israel ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna de la farmacéutica Pfizer. El país, de hecho, lidera la campaña de vacunación más veloz del mundo y busca tener inmunizada para fines de marzo a la mayoría de población, de unos 9,2 millones de habitantes.
Brasil, por su parte, aplica vacunas del laboratorio chino Sinovac y la del anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford, con dosis importadas y otras de producción local.
La pandemia impactó con fuerza en Brasil, cuyo presidente destacó por ser uno de los líderes mundiales más escépticos sobre su gravedad. Hasta ahora, el país se acerca a los once millones de contagios y superó los 264.000 fallecidos.
REAPERTURA Y PASES VERDES
Israel dio este domingo el paso más importante de su desescalada, con la reapertura de cafés, bares y restaurantes, la relajación de restricciones y el regreso a las aulas en universidades, entre otras medidas, que priorizan a quienes estén inmunizados contra el coronavirus.
Con casi el 60% de su población inoculada con al menos la primera dosis de la vacuna, los restaurantes podrán recibir a clientes que presenten el llamado “pase verde”, otorgado a quienes se hayan recuperado de COVID-19 o hayan recibido la segunda dosis hace al menos una semana.
La ocupación no podrá superar el 75% y quienes no presenten el certificado requerido para ingresar podrán sentarse en mesas al aire libre.
A partir de hoy pueden abrir también los salones de eventos culturales, que no podrán superar un 50% de su capacidad y a los que podrán ingresar únicamente quienes porten el pase verde y un porcentaje limitado de personas que presenten pruebas de coronavirus con resultados negativos.
Además de los estudiantes universitarios, también podrán regresar a clase los alumnos de entre 11 y 14 años que asistan a escuelas en las ciudades del país catalogadas como verdes o amarillas en base a sus bajos índices de contagios y de vacunación, mientras que estudiantes de instituciones religiosas solo podrán volver a clase en tanto porten el pase verde.
Los lugares de culto podrán también recibir a fieles que presenten este certificado aunque en cantidades limitadas. Aquellos que acepten recibir a personas que no porten el pase verde tendrán límites más estrictos y no podrán albergar a más de 20 personas en interior y 50 en exterior.
Los estadios y auditorios podrán recibir grandes cantidades de gente, con límites de entre 500 y 1.500 personas dependiendo de su capacidad y de si son abiertos o cerrados.
Por último, las nuevas regulaciones también se extienden a la entrada y salida de pasajeros a través del aeropuerto internacional de Ben Gurión, que ha operado de forma muy limitada desde fines de enero y que podrá recibir a partir de hoy hasta 1.000 ciudadanos israelíes al día, cifra que en los próximos días aumentaría a 3.000.
De esta manera Israel elimina casi por completo las restricciones implementadas durante el tercer confinamiento, que se extendió durante seis semanas desde fines de diciembre y que ha ido relajando lentamente desde mediados de febrero.
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