Israel dio este domingo el paso más importante de su desescalada, con la reapertura de cafés, bares y restaurantes, la relajación de restricciones y el regreso a las aulas en universidades, entre otras medidas, que priorizan a quienes estén inmunizados contra el coronavirus.
Con casi el 60% de su población inoculada con al menos la primera dosis de la vacuna, los restaurantes podrán recibir a clientes que presenten el llamado “pase verde”, otorgado a quienes se hayan recuperado de COVID-19 o hayan recibido la segunda dosis hace al menos una semana.
La ocupación no podrá superar el 75% y quienes no presenten el certificado requerido para ingresar podrán sentarse en mesas al aire libre.
A partir de hoy pueden abrir también los salones de eventos culturales, que no podrán superar un 50% de su capacidad y a los que podrán ingresar únicamente quienes porten el pase verde y un porcentaje limitado de personas que presenten pruebas de coronavirus con resultados negativos.
Además de los estudiantes universitarios, también podrán regresar a clase los alumnos de entre 11 y 14 años que asistan a escuelas en las ciudades del país catalogadas como verdes o amarillas en base a sus bajos índices de contagios y de vacunación, mientras que estudiantes de instituciones religiosas solo podrán volver a clase en tanto porten el pase verde.
Los lugares de culto podrán también recibir a fieles que presenten este certificado aunque en cantidades limitadas. Aquellos que acepten recibir a personas que no porten el pase verde tendrán límites más estrictos y no podrán albergar a más de 20 personas en interior y 50 en exterior.
Los estadios y auditorios podrán recibir grandes cantidades de gente, con límites de entre 500 y 1.500 personas dependiendo de su capacidad y de si son abiertos o cerrados.
Por último, las nuevas regulaciones también se extienden a la entrada y salida de pasajeros a través del aeropuerto internacional de Ben Gurión, que ha operado de forma muy limitada desde fines de enero y que podrá recibir a partir de hoy hasta 1.000 ciudadanos israelíes al día, cifra que en los próximos días aumentaría a 3.000.
De esta manera Israel elimina casi por completo las restricciones implementadas durante el tercer confinamiento, que se extendió durante seis semanas desde fines de diciembre y que ha ido relajando lentamente desde mediados de febrero.
La veloz campaña de vacunación del país, con casi cinco millones de personas inoculadas por la primera dosis de la vacuna de Pfizer y casi cuatro millones también con la segunda, ha sido fundamental para el avance de la desescalada.
Según las cifras actualizadas hasta el domingo, el 40% de la población ya recibió ambas inoculaciones. Entre aquellos ciudadanos de más de 50 años, el 90% ha recibido al menos una dosis, y el segmento con más inoculaciones es el de 70 a 79 años.
Las medidas, aprobadas por el gobierno el sábado por la noche, eran muy esperadas por los israelíes desde la salida gradual del país de su tercer confinamiento, a mediados de febrero, que fue posible gracias a una campaña de vacunación masiva.
“Abierto” o “Vuelta a la normalidad, con precaución” titulaban los principales diarios nacionales.
“Es un gran día, abrimos los restaurantes con el pasaporte verde, estamos volviendo a la vida”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu el domingo, sentado en una terraza soleada en un café de Jerusalén junto al alcalde de la Ciudad Santa, Moshe Leon.
El sábado los israelíes todavía debían tomar su café para llevar pero desde el domingo pueden sentarse en la terraza.
En las últimas semanas, Israel, con poco más de nueve millones de habitantes, ha registrado un marcado descenso en las cifras de contagios y de pacientes en estado grave, y actualmente cuenta con poco más de 40.000 casos aún activos, de un total de 800.000 identificados desde el inicio de la pandemia.
(Con información de EFE y AFP)
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