Una militar surcoreana que fue expulsada del ejército tras haberse sometido a una intervención quirúrgica de cambio de sexo, fue hallada muerta, informó el miércoles la agencia de prensa Yonhap.
El cuerpo de Byun Hee-soo fue hallado en su domicilio de Cheongju, sur de Seúl. La policía abrió una investigación.
Byun Hee-soo, un sargento de una veintena de años, se enroló voluntariamente en el ejército como hombre en 2017, antes de someterse a una operación quirúrgica en Tailandia para un cambio de sexo.
En comparación con otros países de Asia, Corea del Sur es profundamente conservador sobre aspectos de identidad sexual y las relaciones homosexuales entre militares son susceptibles de ser penalizadas.
Convertida en mujer, comunicó a su jerarquía su deseo de seguir en el ejército.
Una comisión militar ordenó en enero de 2020 su expulsión de la institución militar, ya que el ministerio de Defensa consideró que la pérdida de sus partes genitales constituían un problema mental y físico.
Tras su expulsión, Byun salió del anonimato para defender su causa. “Soy militar de la República de Corea”, dijo con la voz temblorosa.
Explicó que ser militar era un sueño de infancia pero dijo que sufría depresión debido a la “disforia de género” o trastorno de identidad de género. De ahí su elección de hacerse operar.
“Quiero mostrar a todo el mundo, que independientemente de mi identidad sexual, puedo ser uno de los grandes soldados que defienden el país”, había dicho. “Por favor, denme esta oportunidad”, imploró la joven.
El servicio militar es obligatorio en Corea del Sur, donde el ejército se encarga principalmente de la protección del territorio ante la amenaza del norte. Todo hombre apto debe cumplir dos años de servicio militar.
Byun fue el primer soldado surcoreano que se sometió a una operación para el cambio de identidad sexual durante su servicio.
Asociaciones internacionales de defensa de derechos humanos denuncian desde hace tiempo que las relaciones sexuales consentidas entre dos personas del mismo sexo siguen siendo un delito a ojos de la legislación militar surcoreana.
El ejército surcoreano persigue implacablemente a los soldados que mantienen relaciones homosexuales, lo que les puede acarrear dos años de cárcel y trabajos forzados en caso de condena por un tribunal marcial.
(Con información de AFP)
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