Un hombre turco de 42 años identificado como Yusuf A. trató de asesinar a su hijo pequeño cortándole el cuello para entregarlo en sacrificio a Alá.
El hombre, que trabaja en la sala de emergencias del Hospital Estatal de Caycuma (Turquía), dejó abandonado a su hijo de 16 años en una zona forestal de la aldea de Veli, con una profunda herida en el cuello, la cual había infringido el día anterior con un cuchillo.
De acuerdo a las propias declaraciones de Yusuf, quien se entregó a las autoridades después de cortar el cuello de su hijo, Alá le habló en sueños y le pidió un sacrificio.
Él mismo sería la ofrenda, por lo que trató de quitarse la vida ahorcándose con una corbata, pero esta se rompió y no logró matarlo. Por eso decidió sacrificar a su hijo, aduciendo a la petición del sueño.
El hecho se asemeja al mito bíblico de Abraham, uno de los hombres escogidos por Dios y padre del pueblo de Israel.
Según la historia, que se encuentra en el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana y también en el Corán -texto sagrado del Islam-, Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo Isaac para probar su fue, pero en ese caso cuando Abraham llegó con su hijo a la cima de la montaña donde lo sacrificaría y se disponía a matarlo con un cuchillo, Dios envió un ángel para que lo detuviera ya que había probado ser obediente y por lo tanto Dios lo amaba.
El mito, en la tradición religiosa, se usa para exaltar la obediencia al padre, tanto la de Abraham hacia Dios, como la de Isaac hacia Abraham, y en el cristianismo para entender por qué Dios sí sacrifica a su hijo Jesús, por amor a la humanidad.
En el caso de Yusuf, sin embargo, no hubo ángel que lo detuviera, pues tomó un cuchillo de carnicero que había comprado días antes, se llevó a su hijo a lo profundo del bosque, y cortó su cuello como ofrenda a Alá.
“Puse a mi hijo en el vehículo. Dije que lo sacrificaría en el camino de Alá. Mi hijo aceptó. Fuimos al lugar. Saqué el cuchillo que le compré al carnicero. Puse a mi hijo frente a mí. Fui a la comisaría y le dije que maté a mi hijo. No me arrepiento. Dediqué a mi hijo al camino de Alá”, cita el medio turco Logotipo del periódico Cumhuriyet de las palabras del propio Yusuf.
Afortunadamente para el pequeño de 16 años, cuando su padre se entregó a la gendarmería se desplegó un operativo para encontrarlo, hallándolo con vida aunque gravemente herido y desangrándose por la herida en su cuello.
Inmediatamente lo trasladaron al Centro de Investigación y Aplicación de Salud de la Universidad Bülent Ecevit y lo ingresaron a la unidad de cuidados intensivos. Aún se desconoce su estado.
Por su parte, Yusuf A. está en custodia de las autoridades y en espera de ser enviado a un tribunal para ser juzgado por intento de homicidio.
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