La agencia de noticias oficial de Irán, Tasnim, informó que el ayatolá Alí Khamenei emitió una fatwa por la cual los personajes femeninos en los dibujos animados deberán llevar hiyab, el velo que cubre la cabeza y el pecho de las mujeres musulmanas. El anuncio despertó críticas en el país, que atraviesa una grave crisis económica y social, agravada por el coronavirus, que se suma a otras voces molestas porque en enero el líder supremo iraní prohibió que se importaran las vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca.
La fatwa o fetua, un dictamen legal reservado a pocos especialistas en ley religiosa, que funciona como una jurisprudencia social, siguió a una pregunta que le hicieron a Khamenei en Telegram: “¿Es necesario que los personajes en obras de animación cumplan con el uso obligatorio de la hiyab?”.
El ayatolá respondió, según lo citó IranWire: “Aunque el uso de la hiyab en una situación hipotética como esa no se requiere per se, se exige el acatamiento de la hiyab en animación debido a las consecuencias de no usar hiyab”.
Esas consecuencias son en extremo graves: pueden llegar a largos periodos en prisión, como se observó en un caso de 2020, recordó The Jerusalem Post. Tres mujeres iraníes fueron condenadas a 16 años por desobedecer el código de vestimenta islámico, una etiqueta que incluye la hiyab además de prendas largas que cubran como mínimo el torso y las piernas.
Desde la revolución islámica en Irán, hace cuatro décadas, las mujeres han sido obligadas a cubrir su cabello como muestra de modestia. Quienes no lo hacen pueden ser reprendidas en público, multadas o detenidas; suelen ser el blanco de los ataques de la Gasht-e Ershad, un servicio de seguridad que vela por el cumplimiento de las normas religiosa, apodada la “policía de la moralidad”.
Si bien no hay leyes que obliguen a las iraníes a usar hiyab, desde la revolución de 1979 y la constitución de un estado teocrático las autoridades religiosas establecen los códigos de vestimenta de la población, y las mujeres son las más restringidas. Si en otros países los comercios muestran carteles de “Sin máscara no hay servicio” debido a la pandemia de COVID-19, en Irán desde los ochentas exhiben anuncios que dicen “Prohibido el ingreso sin hiyab”.
El periódico británico Daily Mail citó a los activistas políticos iraníes que condenaron la fetua de Khamenei por “tóxica” y argumentaron que las autoridades están “obsesionados con el cabello de cualquier cosa femenina”. La idea de que las niñas iraníes podrían crecer influidas por los dibujos animados al punto de desafiar la etiqueta religiosa fue muy comentada en las redes sociales.
La periodista y activista iraní Masih Alinejad escribió en Twitter: “¡No es una broma! El líder supremo de la República Islámica de Irán ha anunciado que incluso las mujeres en las obras de animación deberían usar hiyab. ¡Hasta las versiones femeninas de los insectos, como las abejas, deberán usar hiyab!”, ironizó.
El académico iraní Arash Azizi criticó la decisión también: “En caso de que ustedes creyeran que el gran ayatolá Khamenei no estaba concentrado en asuntos centrales de interés para Irán y los iraníes”, agregó en tono similar. Una maestra egipcia también participó: “El absurdo de esto supera mi capacidad de comprensión”, escribió. “¿En esto se ha convertido el islam?”
En el caso de Irán, esta orden religiosa se suma a una estricta censura que ya domina la industria del cine del país: no se acepta la interacción física entre hombres y mujeres ni se pueden tratar ciertos temas; las películas o escenas consideradas inmorales u ofensivas para el islamismo se prohíben. Algunos políticos ultra religiosos han solicitado que en el país no se exhiba más cine extranjero excepto que los personajes femeninos lleven hiyab.
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