El régimen de Irán podría enriquecer uranio hasta un 60%, un nivel alto cercano al utilizado en la fabricación de armas nucleares, en caso de necesidad, aseguró este lunes el líder supremo Ali Khamenei.
“El límite de enriquecimiento de Irán no será solo del 20%. Actuaremos según nuestras necesidades (...). Podríamos aumentar el enriquecimiento hasta el 60%”, adelantó el ayatolá en un comunicado publicado en su página oficial.
La República Islámica está produciendo en la actualidad uranio enriquecido al 20%, en violación del acuerdo nuclear de 2015, que estipula el límite en una pureza del 3,67%. El uranio enriquecido en valores entre el 3% y el 5% tiene como finalidad la producción de energía en centrales atómicas, es decir un uso pacífico, mientras que el enriquecimiento al 20% suele ser utilizado en el desarrollo de sistemas de propulsión. Un enriquecimiento por encima del 80% es utilizado, en cambio, para fabricar armas nucleares y también para ciertas investigaciones científicas.
El aumento del enriquecimiento al 20% fue aprobado en una ley de diciembre pasado del Parlamento iraní, que obliga también a suspender mañana la aplicación voluntaria del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP).
”Si Dios quiere, mañana se implementará otra parte de esta legislación. Esta ley, que es buena, debe ejecutarse con precisión”, dijo el líder supremo iraní, que tiene la última palabra en las decisiones importantes del país.
Las palabras de Khamenei tienen lugar un día después de que Irán y el OIEA, la agencia nuclear de la ONU, acordaron el domingo un nuevo régimen de verificación, más limitado y por un período de tres meses, para controlar el programa nuclear iraní ante las suspensiones de cooperación anunciadas por Teherán para la semana que viene.
Así lo anunció el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, a su retorno a Viena de una visita de dos días Teherán, donde se reunió con los principales negociadores nucleares de Irán.
“Tendremos menos acceso (que hasta ahora), hay que ser honestos, pero retenemos suficiente acceso”, aseguró Grossi en declaraciones a la prensa en el aeropuerto de la capital austríaca.
La tensión en torno al programa nuclear del régimen de Irán y su verificación por el OIEA se debe a una ley iraní que entra en vigor este martes y que estipula una suspensión de la aplicación del llamado “Protocolo Adicional” del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) si Estados Unidos no levanta sus sanciones contra el país.
Ese protocolo permite a los inspectores del OIEA visitar e investigar cualquier instalación en Irán, sea civil o militar, sin aviso previo. Se trata de una medida clave del acuerdo nuclear de 2015, firmado entonces por Irán y los llamados 5+1 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China), para limitar el programa nuclear persa a cambio del levantamiento de sanciones.
El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump abandonó el acuerdo en mayo de 2018 e Irán empezó un año después a incumplir gradualmente sus elementos esenciales, sobre todo el nivel de enriquecimiento de uranio (al 20%).
Grossi destacó el domingo que “la ley existe y será implementada”, lo que significa que “el protocolo adicional será suspendido”. “Sin embargo, acordamos un acuerdo específico bilateral para puentear ese período lo mejor posible sin perder la necesaria capacidad de verificación”, resumió el director general.
Grossi expresó en ese sentido la esperanza de que Estados Unido e Irán puedan llegar en el futuro próximo a un entendimiento para que ambas partes vuelvan a cumplir plenamente el acuerdo de 2015, conocido como JCPOA, por sus siglas en inglés.
El actual presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, desea regresar al JCPOA pero exige primero que Irán cumpla de nuevo todas las normas. La República Islámica, no obstante, aclaró que solo dará marcha a sus violaciones del acuerdo, una vez que Washington levante sus sanciones, sobre todo el embargo petrolero que ha golpeado duramente a su economía.
Ante las constantes denuncias por parte de las potencias occidentales, la República Islámica siempre negó que tuviera intención de poseer armas nucleares. El acuerdo internacional de 2015 preveía el levantamiento de sanciones a cambio de que Irán renunciara a la bomba atómica.
Pese a las desmentidas del régimen persa, las últimas violaciones al acuerdo han puesto en alerta a la comunidad internacional. La semana pasada el OIEA informó que Teherán comenzó a fabricar uranio metal. El 8 de febrero la agencia de la ONU “verificó 3,6 gramos de uranio metal en la planta de Isfahán” (en el centro del país). El asunto es sensible ya que el uranio metal puede usarse para fabricar armas nucleares.
El acuerdo nuclear incluye una prohibición de 15 años en lo que respecta a “la producción o adquisición de metales de plutonio o de uranio y sus aleaciones”. Además, el pacto prevé que Irán podría ser autorizado a empezar a investigar la producción de combustible a base de uranio “en pequeñas cantidades” al cabo de 10 años, pero solamente con la autorización de los otros firmantes.
Este lunes, el acuerdo entre Irán y la ONU ha sido condenado duramente por el Parlamento iraní, que lo calificó “una violación” de la ley. Respecto a la disputa entre el Gobierno de Hassan Rohani y el Parlamento, Khamenei señaló que “tales diferencias pueden resolverse y las dos partes deben cooperar” para lograrlo ya que “podría interpretarse como una división en el país”.
En su alocución ante la Asamblea de Expertos, el líder supremo iraní también se refirió a las recientes críticas de Estados Unidos y de los tres países europeos signatarios del acuerdo nuclear (Francia, Reino Unido y Alemania) sobre los incumplimientos por parte de Teherán del pacto. ”Han utilizado una retórica arrogante e injusta con respecto a Irán. Siguen preguntando por qué Irán ha dejado de cumplir con sus compromisos del JCPOA (siglas en inglés del acuerdo), pero no mencionan que nunca cumplieron sus propios compromisos”, denunció.
Aseveró, asimismo, que pese a las medidas adoptadas por Irán, su país “no busca (poseer) armas nucleares en base a fundamentos islámicos”.
Con información de AFP y EFE
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