Irán y el OIEA, la agencia nuclear de la ONU, acordaron este domingo un nuevo régimen de verificación, más limitado y por un período de tres meses, para controlar el programa nuclear persa ante las suspensiones de cooperación anunciadas por Teherán para la semana que viene.
Así lo anunció el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, a su retorno a Viena de una visita de dos días a Teherán, donde se reunió con los principales negociadores nucleares de Irán. “Tendremos menos acceso (que hasta ahora), hay que ser honestos, pero seremos capaces de mantener el nivel necesario de vigilancia y verificación”, aseguró Grossi en declaraciones a la prensa en el aeropuerto de la capital austríaca.
Horas antes, las autoridades iraníes dijeron que habían mantenido “discusiones fructíferas” con el jefe del agencia nuclear de la ONU, quien llegó el sábado a la capital iraní, donde esta domingo se reunió con el presidente de la Organización Iraní de Energía Atómica, Ali Akbar Salehi, y con el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.
La tensión en torno al programa nuclear de Irán y su verificación por el OIEA se debe a una ley iraní que entra en vigor este martes y que estipula una suspensión de la aplicación del llamado “Protocolo Adicional” del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) si Estados Unidos no levanta sus sanciones contra el país. Ese protocolo permite a los inspectores del OIEA visitar e investigar cualquier instalación en Irán, sea civil o militar, sin aviso previo.
Se trata de una medida clave del acuerdo nuclear de 2015, firmado entonces por Irán y el llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China), para limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones.
El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump abandonó el acuerdo en mayo de 2018, y el régimen de Irán empezó un año después a incumplir gradualmente sus elementos esenciales, sobre todo el nivel de enriquecimiento de uranio (al 20%).
Grossi destacó este domingo que “la ley existe y será implementada”, lo que significa que “el protocolo adicional será suspendido”. “Sin embargo, acordamos un acuerdo específico bilateral para puentear ese período lo mejor posible sin perder la necesaria capacidad de verificación”, resumió el director general.
Grossi expresó en ese sentido la esperanza de que Estados Unido e Irán puedan llegar en el futuro próximo a un entendimiento para que ambas partes vuelvan a cumplir plenamente el acuerdo de 2015, conocido como JCPOA, por sus siglas en inglés.
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, no descartó que el país regrese al acuerdo, pero para eso exigió primero que Irán cumpla de nuevo todas las normas.
La República Islámica, por su parte, dice que solo dará marcha a sus violaciones del JCPOA una vez que Washington levante sus sanciones, sobre todo el embargo petrolero que ha golpeado duramente a su economía.
El jueves pasado, Estados Unidos aceptó la invitación de los europeos a participar en discusiones para relanzar el acuerdo de 2015. Pero al día siguiente, Biden instó a las potencias europeas a trabajar de manera concertada con Washington para responder a las “actividades desestabilizadoras” de Irán en Oriente Medio.
Ante las constantes denuncias por parte de las potencias occidentales, la República Islámica siempre negó que tuviera intención de poseer armas nucleares. El acuerdo internacional de 2015 preveía el levantamiento de sanciones a cambio de que Irán renunciara a la bomba atómica.
Pese a las desmentidas del régimen persa, las últimas violaciones al acuerdo han puesto en alerta a la comunidad internacional. La semana pasada el OIEA informó que Teherán comenzó a fabricar uranio metal. El 8 de febrero la agencia de la ONU “verificó 3,6 gramos de uranio metal en la planta de Isfahán” (en el centro del país). El asunto es sensible ya que el uranio metal puede usarse para fabricar armas nucleares.
El acuerdo nuclear incluye una prohibición de 15 años en lo que respecta a “la producción o adquisición de metales de plutonio o de uranio y sus aleaciones”. Además, el pacto prevé que Irán podría ser autorizado a empezar a investigar la producción de combustible a base de uranio “en pequeñas cantidades” al cabo de 10 años, pero solamente con la autorización de los otros firmantes.
Con información de EFE
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