El Reino Unido y Canadá sancionarán a tres generales birmanos por “graves violaciones de los derechos humanos” tras el golpe de Estado militar en Myanmar a principios de febrero, anunció este jueves el Ministerio británico de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Las sanciones tienen como objetivo el ministro de Defensa, Mya Tun Oo, el ministro de Interior, Soe Htut, y su adjunto, Than Hlaing.
De esta manera, sus activos en el Reino Unido quedan bloqueados y no podrán viajar a ese país, precisó el comunicado del ministerio de Exteriores, señalando además que se tomarán medidas para impedir a las empresas británicas trabajar con el ejército birmano.
En total, las medidas afectan a 19 personalidades birmanas.
El 1 de febrero, el ejército de Myanmar derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, al que acusa de haber cometido fraude electoral en las elecciones de noviembre, lo cual dio lugar a una oleada de manifestaciones que fueron duramente reprimidas.
“Con nuestros aliados, pediremos cuentas a los militares por sus violaciones de los derechos humanos y para que se haga justicia con el pueblo birmano”, indicó el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
Los ministerios británicos de Exteriores y de Comercio Internacional iniciaron además un “procedimiento para reducir el riesgo de que empresas militares [birmanas] operen en el Reino Unido”, con el fin de atajar “los flujos de dinero ilícitos asociados a ellas”.
Asimismo, Londres prometió que se pondrán en marcha “garantías adicionales” para impedir que las ayudas británicas concedidas a Myanmar “apoyen indirectamente al gobierno dirigido por el ejército”.
Sin embargo, tras el anuncio, la asociación Burma Campaign UK denunció que las sanciones dictadas, pese a constituir un “progreso”, no eran más que “una prohibición de vacaciones” porque “esos jefes militares no tienen activos” en el Reino Unido.
En medio del rechazo internacional al golpe de Estado, la semana pasada Estados Unidos también aplicó sanciones contra la cúpula militar de Myanmar. La medida incluyó al comandante del Ejército, el general Min Aung Hlaing, quien lideró el levantamiento armado y la deposición de Aung San Suu Kyi.
Las sanciones también recayeron sobre el subcomandante en jefe de las fuerzas militares birmanas, Soe Win, quien también fue designado por Washington en diciembre de 2019; el primer vicepresidente y teniente general retirado Myint Swe; y los tenientes generales Sein Win, Soe Htut y Ye Aung.
Otros sancionados son el ministro de Defensa de la junta militar, general Mya Tun Oo; el titular de Transporte y Comunicaciones, almirante Tin Aung San; el teniente general Ye Win Oo, secretario adjunto del Consejo Administrativo del Estado; y el teniente general Aung Lin Dwe, secretario de dicho consejo.
Las empresas penalizadas por el gobierno de Estados Unidos son Ruby Enterprise, Myanmar Imperial Jade Co. LTD y Cancri (Gemas y Joyas) Co LTD, por sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Myanmar.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro norteamericano, advirtió que el gobierno de Joe Biden podría adoptar medidas adicionales: “Si hay más violencia contra los manifestantes pacíficos, el Ejército birmano se dará cuenta de que las sanciones de hoy son solo las primeras”.
El pasado 1 de febrero, los militares de Myanmar derrocaron al Gobierno democrático, detuvieron a los líderes civiles, bloquearon el acceso a internet y suspendieron los vuelos.
El Ejército ya había gobernado el país entre 1962 y 2011, cuando se inició una transición controlada hacia la democracia, y en 2015 llegó al poder del partido de la Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezado por la Nobel de la Paz Suu Kyi.
Con información de AFP
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