Por segunda noche consecutiva, España registra en sus principales ciudades protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél, el rapero catalán detenido en la mañana del martes por tuitear contra la monarquía y las fuerzas de seguridad. Las mayores concentraciones tienen lugar en Madrid y Barcelona, donde se registraron nuevos incidentes entre los manifestantes y la policía.
Centenares de personas se congregaron en el centro de Madrid para reclamar la puesta en libertad de Hasél, arrestado en Lleida para cumplir la condena impuesta por la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo e injurias y calumnias tras difundir mensajes atentatorios en redes sociales.
El acto de protesta en Madrid, que no cuenta con autorización de la Delegación del Gobierno, arrancó sobre las 19.00 horas en la Puerta del Sol bajo un fuerte dispositivo policial tras los altercados registrados en las convocatorias del martes en varios puntos de Cataluña como Barcelona, Lleida, Girona, Vic (Barcelona) y Reus (Tarragona), así como en la ciudad de Valencia.
Con pancartas en las que se podía leer el lema ‘Secuestrado por el Estado ¡Todos a la calle! ¡Conquistemos su libertad!’ o ‘Pablo Hasél, Libertad. Fuera la Justicia Franquista’, la concentración comenzó con un ambiente festivo bajo cánticos para reclamar la salida de prisión del rapero catalán.
En un momento dado, manifestantes con el rostro tapado quemaron mobiliario urbano y lanzaron botellas contra los policías antidisturbios, que a su vez cargaron contra ellos con pelotas de goma y gases lacrimógenos. Los altercados se prolongaron por varias horas. “Los violentos y los que no aceptan las normas no tienen cabida en nuestra sociedad. Condeno firmemente la violencia”, tuiteó el alcalde de Madrid, el conservador José Luis Martínez-Almeida.
En Barcelona, donde la noche del martes las protestas derivaron en fuertes enfrentamientos con la policía, se volvieron a registrar altercados, con personas que lanzaron objetos contra los agentes y levantaron barricadas con contenedores de basura prendidos en fuego. La policía catalana, los Mossos d’Esquadra, respondió con cargas y disparando balas de goma para dispersar a sus agresores.
Antes de esos sucesos, en la protesta de unas 2.200 personas, según cifras de la Guardia Urbana de Barcelona, se escucharon gritos de “Libertad Pablo Hasél”, mientras otras personas rapearon con micrófonos y altavoces. En paralelo se celebraron otras protestas en varias ciudades catalanas y en otros puntos de España.
Protestas violentas se registraron también en Lérida, ciudad natal del rapero, y en Gerona, informaron en Twitter los Mossos d’Esquadra. En total han sido detenidas unas seis personas, indicó un portavoz de Mossos a la AFP.
‘Libertad, Pablo Hasél’, corearon insistentemente los congregados frente a la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la mayoría de ellos ataviados con mascarillas por el COVID-19 pero no siempre guardando la distancia de seguridad recomendada. ‘¡Aquí están los antifascistas’, ‘Madrid será la tumba del fascismo’ o ‘La lucha sigue, cueste lo que cueste’, han sido otros de los cánticos que más se han repetido.
Pancartas como ‘Basta ya de censura’ o ‘No a la ley mordaza’ ‘Censura=Tiranía’ y dibujos de caras con la boca tapada con una cruz han inundado una Puerta de Sol rodeada por furgones de la Policía Nacional, efectivos a los que los congregados han interpelado con gritos de ‘fuera policías de nuestras calles’ o ‘Nazi de día, de noche Policía’.
El martes varias manifestaciones en diversas ciudades catalanas, en las que participaron miles de personas, acabaron en disturbios que se saldaron con 15 detenciones y 33 heridos, 17 de ellos agentes de la policía catalana.
Hasél fue detenido el martes en una universidad en Lérida, su ciudad natal, donde se había atrincherado con simpatizantes para evitar su arresto.
El rapero comenzó a cumplir una condena de nueve meses de cárcel por unos tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad.
El caso de Hasél generó un fuerte debate sobre la libertad de expresión en España.
Además, provocó incomodidad en la coalición de izquierdas en el poder, presidida por el socialista Pedro Sánchez, que se comprometió a revisar el código penal para que este tipo de delitos no sean sancionados con penas de cárcel.
Su socio minoritario, la izquierda radical Podemos, avanzó el martes que solicitaría un indulto para el rapero, que ha recibido el apoyo de celebridades del país como el cineasta Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem o el cantante Joan Manuel Serrat.
Con información de AFP y EFE
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