La nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala se convirtió este lunes en la primera mujer y la primera africana al frente de la Organización Mundial del Comercio. De esta manera, Okonjo-Iweala entra el restringido círculo de mujeres en altos cargos institucionales en el mundo. Es “un momento histórico”, resumió la OMC a la hora de anunciar su nombramiento.
La funcionaria, que asumirá su puesto en marzo, indicó que la decisión “motiva e intimida a la vez porque tomo las riendas de la OMC en un momento de grandes incertidumbres y desafíos”. “Una OMC fuerte es esencial si queremos recuperarnos plena y rápidamente de la devastación causada por la pandemia de COVID-19”, prosiguió. Su mandato durará cuatro años y podrá ser renovado.
“Nuestra organización enfrenta numerosos desafíos pero trabajando juntos, colectivamente, podemos hacer la OMC más fuerte, más ágil y mejor adaptada para las realidades actuales”, añadió la nueva directora general de la institución, que cuenta con 164 países miembros y tiene su sede en Ginebra.
Entre su larga lista de tareas, ha asegurado que sus tres principales prioridades en los próximos 100 días serán: la respuesta a la pandemia, las subvenciones a la pesca y el órgano de solución de controversias (el tribunal de la OMC) que fue torpedeado por el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump.
Voluntad firme y determinación
Su nombramiento fue rápidamente elogiado por otras mujeres, también al frente de poderosas instituciones.
“Felicidades a mi amiga Ngozi Okonjo-Iweala, que se ha convertido en la primera mujer directora general de la OMC”, tuiteó Christine Lagarde, primera presidenta del Banco Central Europeo y exdirectora del FMI, quien además alabó “su voluntad firme y su determinación, (que) la llevarán a impulsar sin descanso el libre comercio en beneficio de las poblaciones de todo el mundo”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo estar “muy feliz de ver una mujer de África a la cabeza de la OMC”. Se trata de “un momento histórico para el mundo entero”, afirmó.
Okonjo-Iweala era la única candidata que quedaba en la carrera gracias a un amplio consenso y al apoyo de la Unión Africana y la Unión Europea, así como de Estados Unidos tras la toma de posesión del presidente Joe Biden.
Dos veces ministra de Finanzas y titular de la cartera de Relaciones Exteriores de Nigeria durante dos meses, Okonjo-Iweala comenzó su carrera en el Banco Mundial en 1982, donde trabajó durante 25 años. En 2012 no logró convertirse en presidenta de esta institución financiera, y el cargo recayó en el estadounidense-coreano Jim Yong Kim.
Ahora estará al frente de una institución que, desde su creación en 1995, ha sido dirigida por seis hombres: tres europeos, un neozelandés, un tailandés y un brasileño.
“Estados Unidos está impaciente para trabajar con la doctora Okonjo-Iweala para garantizar que esta institución esté a la altura de todo su potencial como un organismo que promueve el crecimiento económico justo en el comercio”, afirmó el diplomático estadounidense David Bisbee en la reunión del lunes en Ginebra.
En Nigeria, el presidente Muhammadu Buhari señaló Okonjo-Iweala se lanza en una “ardua tarea al servicio de la humanidad”, pero dijo estar convencido que “su integridad y su pasión por el desarrollo seguirán dando resultados positivos”.
Su gestión tendrá como principal desafío sacar a la OMC, la única organización internacional a cargo de las reglas que rigen el comercio entre países, de una crisis casi existencial.
La pandemia ha dejado a la vista de todos las fracturas provocadas por la liberalización del comercio mundial, desde la excesiva dependencia de cadenas de producción dispersas, hasta los excesos de la deslocalización industrial o la fragilidad del tráfico comercial.
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