Los contagios globales de COVID-19 se han reducido a la mitad desde principios de 2021, cayendo de cinco millones en la primera semana de enero hasta 2,6 millones durante los pasados siete días, informó este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Esto demuestra que las medidas de salud pública básicas funcionan, incluso ante la presencia de nuevas variantes” del coronavirus, afirmó el funcionario en una rueda de prensa.
El experto etíope también subrayó que la semana pasada se registró la cifra más baja de nuevos casos desde octubre, antes de que comenzara la tercera oleada en regiones como América y Europa.
“Lo importante ahora es ver cómo respondemos a la actual tendencia porque el incendio no está apagado, simplemente hemos reducido su tamaño. Si dejamos de luchar contra él podría volver a aumentar”, advirtió. Y agregó: “Cada día en el que hay una reducción de infecciones significa que se salvan vidas, se evita sufrimiento y se reduce un poco más la presión en los sistemas sanitarios”.
Por su parte, el organismo internacional volvió a desaconsejar que, por ahora, se pida un certificado de inmunización contra el coronavirus para poder viajar entre países. A su juicio, esta medida podría restringir los viajes aún más. Así lo señaló el director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, Michael Ryan, quien recordó que todavía no hay suficientes datos para garantizar que la vacunación vaya a interrumpir la transmisión de la enfermedad.
No obstante, indicó que “una vez que tengamos vacunas de segunda o tercera generación, la vacunación contra el COVID-19 sí se podría incluir en una estrategia a largo plazo de control de la enfermedad y de prevención de la misma, como ya se hace desde hace muchos años con la vacunación de la fiebre amarilla”.
Este lunes, la OMS incluyó dos versiones de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford para uso de emergencia, dando luz verde para que estas vacunas se implementen a nivel mundial a través del mecanismo COVAX, según informó Tedros.
Las vacunas son producidas por AstraZeneca-SKBio (República de Corea) y el Serum Institute of India. “La inclusión en la lista de uso de emergencia permite garantizar la calidad, seguridad y eficacia de las vacunas”, dijo. Representan una inmensa mayoría de los 337,2 millones de dosis que Covax ha obtenido para distribuir durante el primer semestre de este año.
La Lista de uso de emergencia (EUL) de la OMS evalúa la calidad, seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19 y es un requisito previo para el suministro de vacunas incluidas en COVAX. También permite a los países acelerar su propia aprobación regulatoria para importar y administrar vacunas contra el COVID-19.
“Los países que hasta la fecha no tienen acceso a las vacunas finalmente podrán comenzar a vacunar a sus trabajadores de la salud y a las poblaciones en riesgo, contribuyendo al objetivo del Centro COVAX de una distribución equitativa de vacunas”, señaló la subdirectora general de Acceso a los Medicamentos de la OMS y productos sanitarios, Mariângela Simão.
El proceso de EUL de la OMS se puede llevar a cabo rápidamente cuando los desarrolladores de vacunas envían los datos completos requeridos por la OMS de manera oportuna. Una vez que se envían esos datos, la OMS puede reunir rápidamente su equipo de evaluación y reguladores de todo el mundo para evaluar la información y, cuando sea necesario, realizar inspecciones de los sitios de fabricación.
En el caso de las dos vacunas de AstraZeneca/Oxford, la OMS evaluó los datos de calidad, seguridad y eficacia, los planes de gestión de riesgos y la idoneidad programática, como los requisitos de la cadena de frío. El proceso tomó menos de cuatro semanas.
La vacuna fue revisada el 8 de febrero por el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) de la OMS, que hace recomendaciones para el uso de vacunas en las poblaciones y que recomendó la vacuna a partir de los 18 años.
Se trata de una vacuna vectorizada viral llamada ChAdOx1-S recombinante. Se produce en varios sitios de fabricación, así como en la República de Corea y la India. Se ha descubierto que ChAdOx1-S tiene una eficacia del 63,09 por ciento y es adecuada para países de ingresos bajos y medios debido a que no tiene requisitos de almacenamiento complejos.
“Hay que seguir aumentando la producción de las vacunas. Garantizar el suministro equitativo y rápido es indispensable para salvar vidas y estabilizar las economías”, remarcó Tedros.
Con información de EFE y Europa Press
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