La Policía de Myanmar disparó este viernes balas de goma contra un grupo de personas que se manifestaban de manera pacífica en la Universidad de Mawlamyine, en el suroriental estado Mon, informó a la agencia de noticias EFE una ONG local.
Algunos estudiantes recibieron el impacto de los proyectiles, aunque ninguno se encuentra herido de gravedad, aseguró un trabajador de una organización sin fines de lucro birmana.
Las autoridades además procedieron a arrestar a un número indeterminado de manifestantes.
Las protestas, que comenzaron de manera espontánea el pasado sábado, continúan este viernes por todo el país para expresar el rechazo popular a la junta militar que tomó el poder el 1 de febrero en un golpe de Estado incruento.
Las más numerosas se registran en Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada, con concentraciones en varios puntos, entre ellos frente a las embajadas de China y Rusia.
Miles de personas, que instan a un movimiento pacífico de desobediencia civil, piden al gigante asiático que no apoyen al gobierno militar de Myanmar, que ya gobernaron con dureza el país entre 1962 y 2011.
Los manifestantes también reclaman la liberación de todos los detenidos desde el alzamiento, entre ellos la Nobel de la Paz y líder democrática Aung San Suu Kyi.
También se registraron concentraciones masivas en oposición al Ejército en Naipyidó, la capital fundada en 2005 por los uniformados, donde las autoridades ya utilizaron cañones de agua, balas de bola y hasta munición real para reprimir las protestas.
Una mujer lucha por su vida desde el martes tras recibir un disparo en la cabeza efectuado por la Policía durante una manifestación en la capital.
En otros puntos del país, como en Myitkyina, capital del estado Kachin, o Monywa, en la región de Sagaing, también hubo importantes protestas.
Al menos 262 personas han sido detenidas por las autoridades entre el día de la revuelta y la tarde del jueves, incluidas 21 que ya han sido liberadas, afirma la última actualización de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) que advierte que el ritmo de arrestos “se está incrementando”.
Preocupación por la amnistía de 23.000 presos comunes
AAPP expresó este viernes su “seria preocupación” por la amnistía, para conmemorar el día birmano de la Unión, de más de 23.000 presos comunes y señaló que este movimiento sirve para “hacer espacio para los presos políticos”.
Suu Kyi, de quien no han trascendido noticias en varios días, permanece supuestamente bajo arresto domiciliario en Naipyidó y afronta una acusación por un delito de importación ilegal de dispositivos telefónicos, penado con un máximo de 3 años de cárcel.
El Gobierno militar, encabezado por el general Min Aung Hlaing, justifica la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.
(Con información de EFE)
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