Equipos de recate continúan las labores para localizar a unos 150 desaparecidos en la avalancha ocurrida ayer por la rotura de un glaciar en el norte de la India, y de una treintena de trabajadores atrapados en un túnel, mientras las autoridades confirmaron hoy la muerte de otras 14 personas en el siniestro.
El desastre tuvo lugar el domingo por la mañana en el distrito de Chamoli, en el estado de Uttarakhand en la cordillera del Himalaya, cuando la rotura del glaciar desencadenó una avalancha de agua y lodo que siguió el curso de los cauces de varios ríos, obligando a la evacuación de emergencia de miles de personas.
Hasta el momento un total de 15 personas han sido rescatadas y “se han recuperado 14 cuerpos de diferentes lugares”, anunció hoy en su cuenta oficial de Twitter la Policía de Chamoli.
Gran parte de las labores de rescate se están centrando en la búsqueda de los trabajadores de dos centrales hidroeléctricas en construcción afectadas por la avalancha, donde en un principio se estimó que podía haber unos 150 trabajadores que siguen desaparecidos.
Sin detener el trabajo durante la noche, los equipos desplazados están tratando de rescatar con vida a la treintena de trabajadores atrapados en un túnel en construcción cerca de una de las centrales hidroeléctricas, después del rescate exitoso ayer por la tarde de otros 12 trabajadores en otro túnel.
“La operación para rescatar a los atrapados en un túnel sigue en marcha. Se está tratando de despejar el túnel con la ayuda de maquinaria JCB (de construcción)”, detalló la Policía de Chamoli.
El primer rescate regaló imágenes de júbilo, con gritos de los trabajadores cubiertos de lodo que eran extraídos de un agujero en la parte superior del túnel.
El primer ministro indio, Narendra Modi, anunció el domingo 200.000 rupias (2.280 euros) para los familiares de los fallecidos y 50.000 (570 euros) para los heridos graves.
Videos filmados con teléfonos móviles del momento de la avalancha y difundidos por las redes sociales, muestran la repentina llegada de una gran columna de lodo y agua por el cauce de un río, golpeando con fuerza las laderas del valle y destruyendo a su paso estructuras como la de al menos una de las centrales hidroeléctricas afectadas.
Esta montañosa región en el Himalaya fue testigo también en junio de 2013 de riadas, corrimientos de tierras y el derrumbe de edificios después de que las lluvias del monzón se adelantaran un mes y se produjeran un 68 % más de precipitaciones de lo habitual.
Aquella tragedia causó cerca de 7.000 muertos o desaparecidos, muchos de ellos peregrinos hindúes que habían acudido a Uttarakhand para visitar algunos de los lugares más importantes para esta religión, y donde además nace el sagrado río Ganges.
Con información de EFE
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