Situada entre una peluquería y el consultorio de un médico generalista, la casa más estrecha de Londres, de casi 1,7 metros de ancho, se vende por más de un millón de euros.
La extraña propiedad, cuya fachada es una pequeña franja azul oscura muy discreta en la calle, acaba de ponerse en venta, estimada en 950.000 libras (1.320.000 dólares).
Para David Myers, director de ventas de la agencia encargada de la propiedad, este precio se explica porque la edificación, construida a fines del siglo XIX o a comienzos del XX, es “una parte única de la historia de Londres”. “Es un poco la magia de la ciudad”.
En el primer nivel, además de una habitación y una oficina, se encuentra la terraza con mirada espléndida a los techos y chimeneas del oeste londinense.
En el tercero se encuentra la habitación principal, a la que se accede por una escotilla para ganar espacio.
Para David Myers esta casa está destinada a “una joven pareja o a una persona sola” que “disfrutará su belleza por lo que es y lo asumirá”. Gracias a sus características “únicas” de la época y a las innovaciones eclécticas del interior, la casa puede gustar a compradores “arty” o “bohemios”.
“No hay ninguna casa en Londres que tenga 1,7 m de ancho. Hay otras casas de cinco pisos, pero ninguna presenta un espacio tan excepcional, tan individualizado”, añade Myers, y agrega que “los anteriores propietarios dejaron su propio rastro”.
“Es más caro porque hay todo lo necesario. Desde un lugar como Shepherd’s Bush, se puede llegar al centro (de Londres) en 10 o 15 minutos”, explica el agente inmobiliario.
Si encuentra comprador al precio pedido, el precio de la casa se habrá duplicado desde 2006, cuando fue vendida por 488.500 libras (557.000 euros). David Myers piensa que vale más por su extraña disposición.
“(En) muchas partes de Londres, la gente utiliza el precio por metro cuadrado como referencia para determinar el valor de las propiedades”, dijo. Pero “eso no siempre funciona así. Cuando hay algo tan particular como esta casa, eso se refleja en el precio”.
Según el director de la agencia, la pandemia de coronavirus llevó a muchas personas, y en particular a las familias, a abandonar Londres para adquirir una propiedad más grande, lo que podría frenar la venta de este particular bien.
“En una situación como esta del COVID, (...) ya no hay tantos compradores”, se lamentó. Y aun “menos compradores para una propiedad única y particular como esta”.
Pero no está tan desanimado del todo el agente londinense, pues afirma que “es chic, es bella, ¡y por eso esta casa se venderá!”.
(Con información y fotos de AFP)
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