La ley marcial fue decretada este lunes en varios barrios de Mandalay, la segunda ciudad de Myanmar, tras las manifestaciones contra el golpe de Estado militar de la semana pasada, anunciaron las autoridades locales, en un intento por sofocar las crecientes protestas.
Las manifestaciones y las concentraciones de más de cinco personas están prohibidas y se instaura un toque de queda desde las 20 hasta las 4 de la madrugada, precisaron las autoridades. Una declaración similar fue publicada en un municipio de Ayeyarwaddy, más al sur, y se espera que esta noche se hagan anuncios sobre otras localidades.
“Esta orden se aplica hasta nuevo aviso”, dice un comunicado del municipio de Mandalay.
“Algunas personas se están comportando de forma preocupante que puede perjudicar la seguridad del público y de las fuerzas del orden. Tales comportamientos pueden afectar a la estabilidad, la seguridad de las personas, el cumplimiento de la ley y la existencia pacífica de los pueblos y podrían crear disturbios, por eso esta orden prohíbe reunirse, hablar en público, protestar utilizando vehículos y hacer mítines”, indicó el texto.
Crecen las protestas
La Junta se ha abstenido hasta ahora de utilizar la fuerza letal contra las manifestaciones que recorren la mayor parte del país, pero ante la creciente presión la policía antidisturbios disparó cañones de agua en un intento de dispersar a los miles de personas reunidas en Naypyidaw.
Miles de ciudadanos salieron este lunes a las calles de Myanmar para protestar contra el golpe de Estado que depuso a Aung San Suu Kyi hace una semana y, por primera vez, las nuevas autoridades lanzaron una advertencia contra los manifestantes y aseguraron que podrán responder a las amenazas contra la seguridad pública. “Deben tomarse acciones en virtud de la ley (...) contra las infracciones que perturban, impiden y destruyen la estabilidad del Estado, la seguridad pública y el Estado de derecho”, reclamó la cadena de televisión MRTV, controlada por el Estado.
Se trata de la primera advertencia lanzada por las autoridades desde que comenzaron las manifestaciones masivas el sábado en Rangún, la capital económica.
Este lunes los trabajadores respondieron a la convocatoria de huelga general y se sumaron a las manifestaciones. “No vamos a trabajar aunque baje nuestro salario”, declaró a la AFP Hnin Thazin, obrero de una fábrica de confección. “No quiero dictadura”, enfatizó.
Además, a las protestas se sumaron monjes con hábitos color azafrán y de nuevo los estudiantes, portando banderas con los colores de la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi, detenida desde el lunes pasado.
“Liberen a nuestros dirigentes”, “Respeten nuestros votos”, “Rechacen el golpe de Estado”, se podía leer en las pancartas.
El domingo, las manifestaciones, las más importantes desde el levantamiento popular de 2007 cuando fueron violentamente reprimidas por el ejército, se realizaron sin incidentes.
(Con información de AFP)
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