La mayor vulnerabilidad económica y laboral de las mujeres en Japón resultó un factor de peso en el primer aumento anual en once años de las muertes por suicidio en el país en 2020, un año marcado por la pandemia de coronavirus.
“Las consecuencias económicas de la pandemia han afectado mucho a algunas industrias que tienen mucha presencia femenina y puestos de trabajo no fijos”, como el turístico o el hostelero, señaló este viernes Michiko Ueda, profesora asociada en la Universidad de Waseda con amplios estudios en prevención de suicidios y salud pública.
El número de suicidios en Japón aumentó un 3,7% el año pasado, hasta 20.919 muertes, según datos de la Agencia Nacional de Policía.
Aunque las muertes de hombres fueron mayoritarias, bajaron un 1% (13.943 personas); mientras que los casos entre mujeres aumentaron un 14,5% (6.976), la cifra más elevada de los últimos cinco años.
En una conferencia destinada a abordar los potenciales factores detrás de este aumento, dentro de la complejidad que entrañan estas muertes, Ueda expuso que, como también ha ocurrido en otros países, la pandemia se ha cobrado muchos puestos de trabajo con contratos no fijos, “que (en Japón) ocupan sobre todo las mujeres”.
Con unas de las cifras más bajas de COVID-19 del mundo (unos 340.000 casos y 6.148 muertes), la pandemia supone una amenaza para los recientes logros en prevención de suicidios de Japón.
El país asiático mantuvo una tendencia de disminución de suicidios en la primera mitad del año, pero a partir de julio subieron y en octubre se apreció un pico muy pronunciado. En dicho mes las muertes por suicidio entre mujeres aumentaron un 70%.
“Lo realmente importante no es sólo que sean mujeres, sino que son mujeres relativamente jóvenes”, menores de 40 años, destacó Ueda.
Según varias encuestas nacionales desarrolladas entre junio y septiembre, más mujeres que hombres afirmaban haber sentido un impacto negativo significativo en sus condiciones y horas de trabajo (un 22,65% frente a un 17,07%). El porcentaje más elevado se registró entre las mujeres menores de 40 años: un 27,71%.
Según varios sondeos de la Universidad de Waseda para detectar potenciales síntomas de depresión y ansiedad, aquellos que dijeron sentirse peor fueron los desempleados o los trabajadores precarios.
Además, “los jóvenes mostraron una mayor tendencia a tener una salud mental mala, sobre todo ansiedad”, explicó la experta.
Japón registró en 2020 un récord de suicidios entre estudiantes (440), la mayoría de educación superior. Estas muertes aumentaron también significativamente en la segunda mitad del año.
El archipiélago japonés ha adoptado algunas de las medidas menos restrictivas del mundo por la pandemia, sin confinamiento ni cierre obligatorio de negocios. Sin embargo, a principios de marzo el Gobierno ordenó el cierre temporal de los colegios públicos del país y los menores se vieron “encerrados” en casa, en la práctica.
Más del 60% de los suicidios en Japón suceden en el hogar, sobre todo cuando no hay nadie. “Quizá eso podría explicar por qué aumentaron cuando volvieron a abrirse (los colegios), pero esto es muy especulativo”, dado que no existe evidencia directa, dijo Ueda.
Lo mismo ocurre con la violencia doméstica, sobre la que todavía no hay datos suficientes para sacar conclusiones.
(Con información de EFE)
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