Hong Kong ha presentado pautas controvertidas para las escuelas en la ciudad gobernada por China que incluyen enseñar a estudiantes de hasta seis años sobre la connivencia con las fuerzas extranjeras y la subversión como parte de un nuevo plan de estudios de seguridad nacional.
Beijing impuso una ley de seguridad en Hong Kong en junio de 2020 en respuesta a meses de protestas antigubernamentales y contra China, a menudo violentas, en 2019, que colocaron al centro financiero mundial con más firmeza en un camino autoritario.
Las pautas de la Oficina de Educación, publicadas a última hora del jueves, muestran que los planes de Beijing para el Hong Kong semiautónomo van más allá de sofocar la disidencia y apuntan a una reforma social para que su ciudad más inquieta esté más en línea con el territorio gobernado por el Partido Comunista.
“La seguridad nacional es de gran importancia. Los maestros no deben tratarlo como si fuera un tema controvertido para debatirlo como de costumbre”, se lee en las directrices.
Los docentes deben “señalar claramente que salvaguardar la seguridad nacional es responsabilidad de todos los nacionales y que, en lo que respecta a la seguridad nacional, no hay lugar para el debate o el compromiso”.
Después de las protestas de 2019 en las que muchos de los manifestantes eran adolescentes, los líderes chinos recurrieron a la reeducación en un intento por domesticar a los jóvenes de la ciudad y convertirlos en ciudadanos leales.
El director del Sindicato de Maestros Profesionales, Ip Kin-yuen, afirmó que las pautas causarían “incertidumbre, ambigüedad y ansiedad” a los maestros y reforzarían un estilo educativo “restrictivo y represivo” que no fomenta el desarrollo del estudiante y el pensamiento independiente.
Raymond Yeung, un ex maestro parcialmente cegado por un proyectil durante las protestas de 2019, describió las pautas como “unidimensionales, si no un lavado de cerebro”.
Wong, madre de niños de escuela primaria, dijo que la ley estaba “reprimiendo los pensamientos individuales de las personas” y que agregar seguridad nacional a los planes de estudios crea un clima de miedo.
“Estoy enojada. No deberían llevar esto a las aulas”, señaló Wong, quien se negó a dar su nombre de pila por lo delicado del tema.
Sin embargo, no todos los padres se opusieron a los cambios.
“Es un buen comienzo, no importa quién seas y de dónde seas, tienes que amar a tu país”, manifestó Feng, madre de un niño de seis años.
“Búho sabio”
Los niños de las escuelas primarias aprenderán a cantar y respetar el himno nacional de China y comprenderán los cuatro delitos principales de la nueva ley de seguridad, incluidos el terrorismo y el secesionismo.
En las escuelas secundarias, los alumnos aprenderán qué constituyen tales delitos, que pueden conllevar penas de hasta cadena perpetua.
Algunos académicos legales han dicho que el lenguaje de la ley es amplio y vago, y que la gama de actividades que las autoridades podrían considerar como amenazas potenciales a la seguridad nacional no estaba clara y era fluida.
Un video educativo de dibujos animados promocionado por el gobierno muestra un búho con gafas y un sombrero de graduación que explica la arquitectura institucional de Hong Kong, sus deberes para con el gobierno central en Beijing y la ley de seguridad nacional.
En un momento, el video dice que “los asuntos de seguridad nacional son de suma importancia para todo el país”, mientras muestra las caras sonrientes de un estudiante, un chef y un ingeniero.
Se alienta a las escuelas a “organizar diversas actividades de juego, como teatro de marionetas, juegos de mesa para establecer un buen ambiente y mejorar la comprensión de los estudiantes sobre la seguridad nacional”, según las directrices.
Las pautas dicen que los jardines de infantes pueden ayudar a los estudiantes a aprender sobre festivales tradicionales, música y artes y desarrollar afición por las costumbres chinas para “sentar las bases para la educación en seguridad nacional”. No se espera que los niños de jardines aprendan sobre delitos contra la seguridad nacional.
La Oficina de Educación expresó que acepta que las escuelas internacionales y privadas tengan planes de estudio diferentes, pero sostuvo que tienen la “responsabilidad de ayudar a sus estudiantes (independientemente de su origen étnico y nacionalidad) a adquirir una comprensión correcta y objetiva de la seguridad nacional”.
Las escuelas también deben impedir que los estudiantes y profesores participen en actividades consideradas políticas, como cantar ciertas canciones, usar diversos elementos, formar cadenas humanas o gritar consignas.
Los maestros y directores deben inspeccionar los tablones de anuncios, retirar de las bibliotecas los libros que pongan en peligro la seguridad nacional y llamar a la policía si sospechan de alguna infracción.
La Oficina señaló que la educación en seguridad nacional se convertirá en parte de materias como geografía y biología para mejorar el sentido de identidad nacional de los estudiantes.
(Con información de Reuters)
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