El Etna, el volcán más activo de Europa, volvió a dar un espectáculo sin iguales este miércoles, cuando grandes corrientes de lava al rojo vivo se dispararon hacia el cielo nocturno de Sicilia.
Ráfagas de lava caliente y sofocante se dispararon hacia el cielo alrededor de las 9 de la noche, hora local.
Las erupciones del volcán de 3.330 metros ubicado cerca de Catania, en el sur de Italia, nunca se detuvieron en los últimos meses. Lo novedoso es que actualmente están activos los cuatro cráteres de la cumbre, algo que no ocurría desde los años 1998-1999. El cráter más activo sigue siendo el del sureste, donde también se está formando un pequeño cono de residuos volcánicos.
En este cráter la actividad estromboliana, un vulcanismo caracterizado por erupciones explosivas separadas por periodos de calma, continúa dando el mayor espectáculo con al menos dos bocas que presentan actividad explosiva.
Gracias a que el clima en la zona volvió a estar despejado, varios fotógrafos y científicos compartieron fotos de la nueva erupción.
Según explicó el vulcanólogo Boris Behncke en Twitter, la actividad eruptiva también provoca fuertes rugidos causados por la explosión de burbujas de magma en el interior del conducto volcánico. Los escombros emitidos por esta actividad caen luego en la parte noreste del cono.
“Entre las muchas cosas maravillosas que puedes ver en Etna en estos días está esta: delicados anillos hechos de vapor, producidos por fuertes explosiones de un conducto estrecho. Este vino del cráter sureste, visto en erupción en esta imagen. 3 de febrero de 2021 al atardecer”, escribió Behncke en Twitter.
La actividad estromboliana, aunque de una manera más débil, también continúa afectando otros dos cráteres, los de Bocca Nuova y Voragine.
En las últimas semanas, los sismógrafos también han registrado un aumento en la amplitud del temblor volcánico, que actualmente alcanza valores altos.
El Etna puede estallar en una acción espectacular varias veces al año y esta última erupción dura desde hace varios meses. Un espectáculo anterior se remonta a la víspera de Navidad y a mitad de enero, cuando se registró una fase explosiva con cenizas de lava emitidas desde el cráter sureste. La última gran erupción, que amenazó a la pequeña ciudad de Linguaglossa, fue en 2002.
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