Investigadores de la Organización Mundial de la Salud visitaron el miércoles un centro de investigación en la ciudad china de Wuhan que ha sido objeto de especulaciones sobre los orígenes del coronavirus. Uno de los miembros de la misión señaló que esperaban reunirse con personal clave y presionarlos sobre temas críticos.
La visita del equipo de la OMS al Instituto de Virología de Wuhan era una de las más esperadas en su misión para recopilar datos y buscar pistas acerca de dónde se originó y cómo se propagó el virus.
“Esperamos reunirnos con todas las personas clave aquí y hacer todas las preguntas importantes que hay que hacer”, señaló el zoológo Peter Daszak según imágenes emitidas por la televisora japonesa TBS.
Los reporteros siguieron al equipo hasta las instalaciones de alta seguridad, pero igual que en visitas anteriores, apenas pudieron tener acceso a los investigadores, que hasta el momento han ofrecido pocos detalles de su trabajo. Guardas de seguridad uniformados y con ropa de calle vigilaban la entrada principal del centro.
Los investigadores se marcharon unas tres horas después sin hablar con los periodistas que esperaban.
Tras dos semanas en cuarentena, el equipo de la OMS — formado por expertos en medicina veterinaria, virología, seguridad alimentaria y epidemiología de 10 naciones — pasó los seis últimos días visitando hospitales, centros de investigación y un mercado tradicional ligado a muchos de los primeros contagios.
La visita se produjo luego de meses de negociaciones entre Beijing y la agencia de Naciones Unidas mientras China busca mantener su férreo control sobre la información del virus y la pesquisa sobre sus orígenes, en lo que algunos han visto como un intento de evitar la culpa por cualquier paso en falso en su respuesta inicial.
El Instituto de Virología de Wuhan, uno de los principales laboratorios de investigación del país, creó un archivo de información genética sobre los coronavirus de los murciélagos luego de un brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2003. Esto provocó acusaciones infundadas de que podría estar relacionado con el brote original de COVID-19 detectado en Wuhan a finales de 2019.
China ha negado rotundamente esta posibilidad y promovió teorías no probadas de que el virus podría haberse originado en otra parte o que entró al país en importaciones de pescado congelado contaminado, una opción rechazada por científicos y agencias internacionales.
La confirmación sobre los orígenes del virus podría tardar años. Determinar el reservorio animal de un brote suele ser una tarea exhaustiva que requiere años de investigación e incluye la toma de muestras animales, análisis genéticos y estudios epidemiológicos. Una hipótesis es que un cazador furtivo transmitiese el virus a comerciantes que lo llevaron a Wuhan.
Los nuevos casos de transmisión local seguían cayendo en China con apenas 15 nuevos reportados el miércoles, mientras las autoridades piden que no se viaje con motivo de las vacaciones del Año Nuevo Lunar este mes.
(Con información de AP)
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