Este sábado entró en vigor el veto para entrar en Alemania para los ciudadanos de países con alta presencia de las mutaciones más contagiosas del coronavirus (Reino Unido, Sudáfrica, Brasil, Portugal e Irlanda).
La medida, aprobada el viernes por el Consejo de ministros, afecta a los ciudadanos de estos países que pretendan entrar por tierra, mar o aire a Alemania al menos hasta el 17 de febrero.
Quedan excluidos los ciudadanos alemanes o los residentes en Alemania que regresen de los países afectados. Tampoco afecta a los pasajeros que hagan tránsito por estos países de camino a Alemania y al conjunto del transporte de mercancías.
El domingo se extenderá esta prohibición a los ciudadanos procedentes de los estados africanos de Lesoto y Suazilandia.
El pasado domingo entró en vigor un endurecimiento de las condiciones de ingreso para viajeros procedentes de zonas de “alta incidencia” -es decir, con una incidencia acumulada en siete días superior a 200 casos por cada 100.000 habitantes-, entre las que figuran una veintena de países, que incluyen a España, Bolivia y Colombia.
Desde entonces, los viajeros procedentes de estos países de alta incidencia deben presentar un doble test negativo de COVID-19 para poder entrar en territorio alemán; el primero, realizado hasta 48 horas antes del vuelo, y el segundo, al quinto día de cuarentena en Alemania.
El Gobierno de la canciller del país, Angela Merkel, pretende así dificultar la entrada y expansión por su territorio de estas mutaciones del coronavirus que demuestran ser más contagiosas en un momento en el que se está logrando con severas restricciones aplanar la curva de contagios.
Alemania registró en las últimas 24 horas 12.321 nuevos casos de COVID-19 y 794 muertes relacionadas con la enfermedad, por lo que las principales cifras de la pandemia continúan a la baja en el país más poblado de la UE, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
En los últimos siete días se han identificado en el conjunto del país un total de 75.567 contagios, lo que supone una incidencia acumulada de 90,9 casos por cada 100.000 habitantes. El país rozó los 200 a finales de diciembre.
Alemania ha registrado en total 2.205.171 casos de coronavirus y 56.546 muertes con o por COVID-19 (2,5%).
El ocio, la cultura, el deporte y la restauración están cerrados desde noviembre. A mediados de diciembre se cerró también el comercio no esencial y los colegios. Otras restricciones se han ido endureciendo progresivamente.
El pasado jueves, la Comisión de Vacunas de Alemania recomendó que la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca sólo debe administrarse a personas menores de 65 años debido a la falta de datos sobre su efectividad en las personas mayores, según reportaron medios alemanes.
El panel de expertos científicos dijo que la vacuna, desarrollada en conjunto con la Universidad de Oxford, solo debe usarse para “personas de entre 18 y 65 años según los datos disponibles”.
“Actualmente, no hay datos suficientes para evaluar la eficacia de la vacuna en personas de 65 años o más”, dijo.
(Con información de EFE)
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