Oleg Navalny, hermano de Alexei Navalny, y la jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) Liubov Sobol, han sido detenidos por violar las normas epidémicas en el marco de las protestas a favor de la liberación de del líder opositor.
Según informó hoy el equipo de Navalny en su canal de Telegram, los dos fueron arrestados anoche por 48 horas.
“Oleg Navalny ha sido detenido por 48 horas en base a la absurda causa de ‘violación de las normas epidémicas’. Como si Oleg Navalny hubiese contagiado a toda Moscú de coronavirus”, se afirma en el mensaje difundido en la red social.
La doctora Anastasia Vasilyeva, del sindicado Alianza de Médicos, respaldado por el opositor, y Maria Alyokhina, del colectivo punk Pussy Riot, también fueron detenidas por 48 horas junto al hermano de Navalny.
Aunque la causa no es grave y no supone la detención para quienes no tengan antecedentes penales, Oleg ya fue condenado en 2014 junto a su hermano por presuntamente organizar un fraude en detrimento de Yves Rocher Vostok y por “haber blanqueado” el beneficio de las transacciones ilícitas, lo cual justificó su arresto.
La propia Sobol, considerada “número dos” de Navalny y cara visible de su canal de Youtube, tuiteó sobre su detención, en tanto que su abogado, Vladímir Voronin, explicó que la abogada ha sido detenida “en base a declaraciones de testigos de que violó las normas sanitarias”.
Las autoridades rusas abrieron esta causa penal tras las protestas en apoyo a Navalny del pasado sábado, en las que participaron más de 110.000 personas en más de un centenar de ciudades y en las que hubo casi 4.000 detenciones.
La víspera la policía efectuó más de una docena de redadas en departamentos y oficinas de familiares, socios o partidarios de Navalny en relación con las pesquisas, incluidos aliados cercanos como Gueorgi Albúrov, la portavoz de Navalny, Kira Yarmish, (actualmente en prisión, donde cumple una condena de 9 días por llamar a una protesta no autorizada) y Oleg Stepanov.
Las fuerzas de seguridad también acudieron a las casas de Oleg Navalny y de Sobol y al apartamento alquilado donde ha estado viviendo la esposa de Navalny, Yulia.
Los agentes del orden impidieron el acceso de los abogados de los opositores a los inmuebles sometidos a registros.
“Ahora el Ministerio del Interior está fabricando masivamente causas penales para decirle a la gente: sigan en sus casas, no hace falta que salgan a las manifestaciones”, afirmó Sobol en un vídeo de YouTube grabado poco antes de su detención.
Según la abogada, “los arrestos arbitrarios y la violencia contra manifestantes desarmados muestran fehacientemente contra qué protesta la gente en las plazas centrales de sus ciudades”.
“El sistema legal y la policía se han convertido en un teatro del absurdo”, añadió, al descalificar las causas penales iniciadas contra la oposición.
Los registros tuvieron lugar pocas horas después de que el equipo de Navalny publicase la lista de ciudades y calles en las que se celebrarán nuevas protestas el próximo domingo para exigir la liberación del líder opositor y activista anticorrupción.
Navalny, actualmente en prisión preventiva durante 30 días después de ser detenido el pasado día 17 a su regreso a Rusia, es acusado de haber violado los términos de una pena suspendida de 3,5 años de cárcel dictada en 2014 y declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Este miércoles está prevista una vista en un tribunal de Moscú para revisar su recurso al arresto.
El opositor asegura que las intenciones reales del Gobierno ruso radican en silenciarle tras el envenenamiento que sufrió el año pasado en Siberia, del que acusa al presidente ruso, Vladímir Putin. Las autoridades rusas rechazaron esas acusaciones.
También el jueves, el Comité Investigador ruso anunció la apertura de una pesquisa penal contra el principal estratega de Navalny, Leonid Volkov, acusándolo de alentar a menores a participar en las manifestaciones no autorizadas.
En un nuevo desafío para el gobierno de Putin, dos días después del arresto de Navalny, su organización publicó un video sobre un palacio en la costa construido supuestamente por Putin. El reporte acumula más de 98 millones de visualizaciones, avivando el descontento.
(Con información de EFE, AP)
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