De acuerdo con declaraciones emitidas por Kirill Dmitriev, CEO del fondo que produce la vacuna de fabricación rusa Sputnik V contra el covid-19, “podría haber demoras” en la producción.
En una entrevista en el canal de noticias estadounidense CNBC, Dmitriev indicó que el mundo debe empezar a tener “expectativas realistas” con respecto al tiempo que lleva el masivo proceso de producción y distribución de vacunas.
“Las demoras son entendibles; toda la cadena de producción tiene muchos componentes, y si tienes un problema con uno de ellos eso retrasa las cosas”, dijo el CEO de la empresa rusa, y agregó: “Lo vimos con Pfizer, lo vemos con AstraZeneca. Y creo que podría haber algunas demoras también con nuestra producción, ya que estamos aumentando la capacidad... aunque esperamos que no”.
Las declaraciones de Dmitriev se dan a conocer en momentos en que la Unión Europea ha reclamado a los grandes laboratorios, especialmente a Pfizer/BioNTech y AstraZeneca, que cumplan con los compromisos asumidos para la entrega de vacunas contra el covid-19.
A propósito de este tema, el director reiteró: “Creo que estamos viendo retrasos en las entregas de todas las vacunas y es entendible”.
Este martes, la Unión Europea aumentó la presión sobre los laboratorios. En el marco de una videoconferencia del Foro Económico Mundial de Davos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo: “Europa ha invertido miles de millones para desarrollar las primeras vacunas contra el covid-19”, y además resaltó que “ahora, las empresas deben mantener sus promesas y honrar sus obligaciones”.
Según la funcionaria de la organización europea, las inversiones fueron destinadas a “construir infraestructura de investigación e instalaciones de producción”, y se proponían ayudar a desarrollar “un bien común verdaderamente global”.
En este contexto, Dmitriev dijo: “Realmente entendemos todos los problemas de producción de vacunas, y estamos seguros de que se resolverán; creo que el mundo solo necesita entender que lo que estamos emprendiendo ahora nunca antes lo habíamos hecho”.
El CEO de la empresa rusa justificó las demoras de las farmacéuticas al explicar que se trata de un proceso nunca antes llevado a cabo en la historia. “Todos los fabricantes de vacunas están haciendo todo lo posible para proporcionar vacunas a tiempo”, aseguró.
Stella Kyriakides, la comisionada de Salud de la Unión Europea, dijo el pasado lunes que su insatisfacción por la respuesta de AstraZeneca y anticipó que las conversaciones continuarán. “[AztraZeneca] tiene la intención de suministrar considerablemente menos dosis en las próximas semanas de lo acordado y anunciado”.
La vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que espera lograr la aprobación de la Agencia de Medicamentos de Europa el próximo 29 de enero, recibió comentarios adversos de expertos europeos, quienes adelantaron dudas sobre la efectividad del desarrollo de la universidad británica para este grupo de edad.
Diarios, como los alemanes Bild y Handelsblatt habían expuesto estas críticas, adelantaron que el gobierno alemán dudaba del rendimiento del producto. “Los artículos según los cuales la eficacia de esta candidata es solo del 8% en adultos mayores de 65 años son completamente falsos”, dijo un portavoz de AstraZeneca en un comunicado.
Un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este martes la posibilidad de que la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna se administre luego de un intervalo más largo al recomendado originalmente. En circunstancias excepcionales, indicó, el período estándar de 28 días podría extenderse a 42.
El anuncio fue realizado en el marco de la publicación de una serie de recomendaciones relativas al inoculante de la compañía estadounidense publicado por el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización de la OMS, conocido como SAGE, tras una revisión de datos.
El cuerpo también advirtió que la vacuna no debe usarse en mujeres embarazadas a menos que quienes las reciban sean trabajadoras de la salud o tengan condiciones que las pongan en alto riesgo. En cambio, afirman que dado el mecanismo que utiliza esta vacuna para crear inmunidad, es improbable que represente un riesgo en caso de lactancia.
El grupo científico desaconseja administrar solo la mitad de la dosis con el objetivo de que más personas sean vacunadas, en particular en los países y lugares con una elevada tasa de infecciones.
La vacunación también es recomendada para las personas que han tenido el COVID-19, aunque se plantea que ante la evidencia de que podrían tener cierta inmunidad por un periodo de hasta seis meses, debería darse prioridad a las personas de mayor riesgo en lugares donde hay pocas vacunas.
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