La variante británica del nuevo coronavirus se hallaba presente en un mínimo de 70 países el 25 de enero, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS) este miércoles. Según informó el organismo dependiente de la ONU, ello implica que la cepa fue detectada en 10 nuevos países en un lapso de seis días, cuando se había hecho el último conteo.
La cepa sudafricana, otra mutación del virus que al igual que la británica es más contagiosa que la original, ha sido detectada en 31 países, ocho más que en el recuento previo. Y la brasileña en seis nuevos países en el mismo lapso, con lo que ya está presente oficialmente en ocho.
Se están realizando estudios en todo el mundo para averiguar por qué las variante se esparcen con mayor velocidad a aquella descubierta a finales de 2019 en China.
Las autoridades sanitarias británicas saben que la cepa del país se transmite más, pero se conoce poco sobre su nivel de peligrosidad. El 22 de enero, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que la variante británica parecía ser también más mortífera. El mandatario realizó la declaración luego de que datos preliminares mostraran que su letalidad sería entre un 30% y un 40% superior a la de los virus clásicos. No obstante, los expertos indicaron que esos datos son todavía limitados y no alcanzan para llegar a una conclusión al respecto.
En este sentido, la OMS también se mostró prudente. “Los resultados son preliminares y se necesitan más análisis para corroborar esas conclusiones”, indicó la agencia de la ONU en su boletín.
Las variantes son versiones diferentes del coronavirus inicial que aparecen con el tiempo, luego de que este mute. Es un fenómeno normal en la vida de cualquier virus.
La cepa Brasil P.1 en Manaos
La variante del coronavirus detectada por primera vez en Japón, pero originaria del estado brasileño de Amazonas ya es la dominante en su capital Manaos, lo cual refuerza la sospecha inicial de que pueda ser más contagiosa, explicó a la agencia AFP el investigador Felipe Naveca.
“Ya apareció en el 51% de las muestras secuenciadas en diciembre en Manaos, y ahora, hasta el 13 de enero, en el 91%. Además, se está diseminando por el interior del estado. La encontramos en 11 de los 13 municipios que analizamos”, afirmó Naveca, que lidera los estudios de las mutaciones del virus en ese territorio.
El martes fueron detectados los primeros tres casos de esa variante en el estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil, segundo país con más muertos por coronavirus, con más de 218.000, solo por detrás de Estados Unidos.
La nueva variante, conocida como Brasil P.1, fue detectada inicialmente en Japón en personas de regreso de la Amazonía brasileña.
Tras ser detectada este mes en Japón, Alemania y en el estado de Minnesota, Brasil ha sido blanco en los últimos días de medidas de restricción de vuelos a Estados Unidos, Reino Unido, Italia o Perú.
Según Naveca, la Brasil P.1 es una mutación de “uno de los 18 linajes” de coronavirus que han circulado en el estado de Amazonas desde el inicio de la pandemia y que llegó a ser dominante durante el segundo semestre de 2020.
El investigador explicó que con los datos recabados hasta ahora “no da para decir que esa variante sea más letal”, aunque las autoridades no descartan que su propagación este relacionada con el dramático aumento de muertos y casos en el estado de Amazonas desde inicios de año. Ese colapso dejó saturadas las unidades de cuidados intensivos y decenas de personas murieron asfixiadas por falta de oxígeno.
Brasil, por su parte, prohibió los vuelos provenientes del Reino Unido y Sudáfrica dado el avance de sus propias cepas. Esta última ha causado preocupación por la posibilidad de que esquive, en parte, la respuesta inmune del organismo, lo que permite la reinfección.
Los investigadores advierten que la mutación E484K -presente en las cepas brasileña y sudafricana- es “preocupante” porque reduce mucho la actividad de los anticuerpos neutralizantes. Pero cuidado, porque “no la anulan”. Lo advierte el propio laboratorio de Bloom, cuando explican el estudio. Y el matiz es importante. Porque quiere decir que el virus no consigue esquivar del todo a la respuesta inmune, aunque haya una cierta “evasión inmunitaria”.
No obstante, el laboratorio Moderna, cuya vacuna ha sido aprobada en Estados Unidos y la Unión Europea, dijo el lunes a última hora que cree que su vacuna COVID-19 protege contra las nuevas variantes. Dijo también que ensayará una nueva dosis de refuerzo dirigida para la variante sudafricana tras concluir que la respuesta de los anticuerpos podría disminuir.
Con información de AFP
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