Una chef de repostería egipcia fue arrestada por las fuerzas de seguridad del país por vender cupcakes con adornos con forma de pene para una fiesta de cumpleaños privada que se realizó en el Gezira Sporting Club, un club deportivo de un barrio acaudalado de El Cairo.
El insólito caso es el último ejemplo de los intentos del Estado egipcio de imponer controles sobre la moral pública, que tienden a hacer de las mujeres su blanco favorito.
La chef fue arrestada en su casa, después de que los asistentes a la fiesta compartieran en sus redes sociales las fotos de los cupcakes que tenían adornos de penes y vaginas.
Según informaron medios locales egipcios, las fuerzas de seguridad tomaron declaraciones de testigos presenciales para identificar el paradero de la chef y proceder con el arresto.
El caso atrajo la atención del ministro de Juventud y Deportes, Dr. Ashraf Sobhy, que supervisa clubes como Gezira. Sobhy dijo que su departamento formaría un comité para investigar el incidente y castigar a los presuntos perpetradores.
La panadera ha sido interrogada por el mismo tribunal de delitos menores que juzgó recientemente a la actriz egipcia Rania Youssef por cargos de “desacato al Islam y violación de los valores familiares egipcios”, luego de que comentara sobre su propio físico durante un programa de televisión.
A principios de este mes, dos mujeres influyentes de TikTok que cumplieron penas de cárcel el año pasado por “violar los valores familiares” y dañar la moral pública fueron absueltas.
En junio de 2020, la reconocida bailarina del vientre Sama El Masry fue encarcelada durante tres años y multada con 300.000 libras egipcias (equivalente a USD 19.064 ) por violar los valores familiares y la “inmoralidad”.
Cada uno de estos hechos fue ampliamente cubierto por los medios egipcios, que como en el caso de los cupcakes se deleitaron subiendo fotos borrosas de las “ofensivas” decoraciones, que llegaron a ser descritas por Al Ahram, el periódico estatal más grande de Egipto como “formas indecentes e inmorales”.
“En un nivel, es difícil no sorprenderse inicialmente por lo absurdo de los cupcakes con forma de pene que atraen la atención de los fiscales estatales, investigadores policiales, miembros del parlamento y la prensa controlada por el régimen. El meollo del asunto no es la prohibición de la sexualidad en la esfera pública, sino la restricción de la sexualidad que está fuera del control de los hombres”, dijo al respecto Timothy E Kaldas, del Instituto Tahrir de Políticas para el Medio Oriente, en un artículo publicado por The Guardian.
De acuerdo con el medio Al Masry Al Youm, la pastelera estaba llorando cuando ingresó a la Fiscalía en El Cairo. Durante su interrogatorio ella declaró que los clientes del club “vinieron a mi tienda y me entregaron fotografías de genitales, y me pidieron pasteles en estas formas”.
Finalmente la chef fue puesta en libertad, pero le impusieron una fianza por 5.000 EGP (USD 318).
SEGUIR LEYENDO