Tel Aviv. Parque Rabin, epicentro de la ciudad. La plaza está transformada en un gigantesco hangar listo para vacunar a 10 mil personas por día. Está nublado. La gente, paciente, espera su turno para ser vacunada contra la gran epidemia global. Nadie parece estar sorprendido del operativo logístico.
Israel abre un nuevo capítulo en su historia y funda su nueva startup: una organización multidisciplinaria para acabar con la pandemia y volver a la vida normal lo más pronto posible. El objetivo: comprar y entregar la mayor cantidad de vacunas en el menor tiempo posible. El precio no se conoce. Confidencial.
Sea cual fuere, las autoridades calcularon que una semana de lockdown en el país es más costosa que comprar a precio de lista tres veces la cantidad de vacunas para toda la población. No hay tiempo que perder.
Israel es un país pequeño altamente conectado, con tecnología y recursos logísticos suficientes. Hay una amplia experiencia en lidiar con situaciones de emergencia.
El plan es claro. Primero los mayores, pacientes de riesgo, personal de salud y aquellos más expuestos. Luego, paulatinamente, irá bajando por edad hasta cubrir a toda la población. ¿A qué ritmo? A velocidad máxima. Durante todo el día, toda la semana. El sábado se toma como día de descanso, pero la vida está por sobre todo. Así que los sábados también están abiertos los centros de vacunación.
Las cuatro operadoras nacionales de salud se reparten el trabajo y, sin costo, ejecutan el plan.
Todos con los que se habla tienen una misma respuesta compuesta por su optimismo, esperanza y tranquilidad.
“Es mucho mayor el riesgo de las complicaciones por COVID-19 que los potenciales efectos adversos de la vacuna”, asegura Shay Tele, 26 años, estudiante de medicina que acaba de recibir su segunda dosis. “Tuve un poquito de dolor muscular y algo de fiebre, que en menos de 24 horas se fue todo”.
Rosa Zederman viajó más de 40 minutos para recibir su segunda dosis. Nació en Austria y ahora confía en poder visitar pronto a sus nietos en aquel país europeo.
Rose Wolf aún se siente una nueva inmigrante, aunque hace más de 40 años que está en Israel; vino de Canadá. “Estoy orgullosa, estamos liderando sobre lo que hay que hacer y lo que se puede hacer. Esto solo se logra cuando un país está unido, a pesar de sus diferencias y dificultades”.
Eitan Halon, Jefe de Comunicaciones Internacionales de la municipalidad de Tel Aviv, explica: “Transformamos Rabin Square, el Times Square de Tel Aviv en este centro de vacunación apta para recibir 10 mil personas por día. Está totalmente equipada y preparada para el programa. Es la mayor de Israel. La gente viene, se registra en unos minutos, espera en fila y recibe su vacuna. Luego espera unos 15 minutos para verificar que no tenga ningún efecto adverso. Si es su primera dosis, recibe su próximo turno”.
Halon también fue consultado por el pasaporte verde, aquel por medio del cual los israelíes podrían comenzar a retornar a sus actividades de forma normal. “Respecto del pasaporte verde estamos a la espera de novedades del gobierno de cómo y cuándo comenzará a emitirse y funcionar”.
*Damián Katz es Founder de Innovation Experience Israel y de la Academia de Innovación Israelí Shift. Es experto en innovación israelí y de origen argentino.
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