Este domingo comenzará una nueva etapa en la campaña de vacunación en Israel, cuando comiencen las inyecciones a los mayores de 45 años, después de haber completado la vacunación a los mayores de 65, a los grupos de riesgo y al personal sanitario.
Hasta el jueves se había vacunado a casi dos millones de los 9,5 millones de israelíes, más del 25 por ciento, la tasa de vacunación más alta de todo el mundo con mucha diferencia. Emiratos Árabes Unidos está en el 17 por ciento, Bahréin en el 6 por ciento, Reino Unido en el 5,4 por ciento y Estados Unidos en el 3,7 por ciento.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha fijado en 170.000 dosis diarias el objetivo de la campaña de vacunación para tener a 5,2 millones de israelíes vacunados a finales de marzo.
Sin embargo, el inicio de la campaña de vacunación ha coincidido con un incremento en los contagios, con más de 9.000 nuevos casos diarios en los últimos días. Igualmente se han disparado las muertes y los pacientes graves.
Este sábado, el Ministerio de Sanidad ha informado de 6.815 nuevos contagios y 33 muertes para un total de 541.864 casos y 3.943 decesos desde el comienzo de la pandemia.
Las vacunas comienzan a demostrarse efectivas
La tasa de infecciones de COVID-19 para las personas que recibieron la primera de las dos dosis de la vacuna Pfizer disminuye a medida que pasa el tiempo desde la inyección, sobre todo después del lapso de 14 días, según reflejaron datos preliminares publicadas por el Ministerio de Salud de Israel esta semana.
La disminución en la tasa de contagios llega hasta en un 50% después de 14 días; un dato significativo en un país que enfrenta picos históricos en materia de casos graves, infecciones diarias y total de casos activos alcanzan picos históricos.
Sharon Alroy-Preis, directora del departamento de Salud Pública del Ministerio de Salud, dijo a Channel 12 News que los datos eran preliminares y se basaban en los resultados de las pruebas de coronavirus entre quienes recibieron la vacuna y quienes no.
Unas 600.000 personas que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech han estado en observación, lo que representa un grupo de monitorización 30 veces más grande que los que usan las farmacéuticas en sus test clínicos, también en la tercera fase, que es la más amplia, y precede a la aprobación de la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
“La ventaja que Israel ofrece a las farmacéuticas es que tiene un registro centralizado y digital de todos los ciudadanos que pertenecen a alguna de sus cuatro organizaciones de salud”, indicó el epidemiólogo Silvio Pitlik. “Estas organizaciones son las que se encargan también de distribuir las vacunas”, agregó.
Porque todos los israelíes pertenecen a alguna de las organizaciones de salud y sus datos están registrados, es el contexto óptimo para recibir una información completa del impacto de la vacuna, según edad, sexo y enfermedades preexistentes.
Pfizer recibirá de Israel datos generales de los vacunados y sus reacciones, y según el Ministerio de Sanidad, solo será información pública y no individual en ningún caso, lo cual permitirá a la farmacéutica tener una visión detallada de la diversa población israelí gracias a su avanzado sistema de recopilación de datos médicos.
Según los cálculos del primer ministro Benjamin Netanyahu, la campaña de vacunación permitiría a Israel levantar las restricciones desde principios de marzo, pocas semanas antes de que se celebren unas nuevas elecciones generales en este país.
Por último, esta semana Israel anunció que proporcionará vacunas contra el coronavirus a los sobrevivientes del Holocausto tanto en Israel como los que se encuentras esparcidos en todo el mundo. Así lo confirmó la ministra de Asuntos de la Diáspora, Omer Yankelevitch, quien trabaja en la complicada operación logística internacional de repartir las dosis y que está en su etapa inicial.
Yankelevich encargó a Shalom Corps, una de las organizaciones que trabajan bajo el auspicio del ministerio, la coordinación de los procedimientos burocráticos para poder llegar a todos los sobrevivientes de la Shoá. La organización se ha acercado a varias empresas de transporte médico para manejar toda la compleja logística que supone la operación de vacunación.
Al mismo tiempo, el Ministerio de la Diáspora se puso en contacto con el Ministerio de Salud para coordinar la gestión con los laboratorios Moderna y Pfizer, que son los que proveen de vacunas a Israel y quienes la suministrarían a los otros países donde se encuentren los sobrevivientes.
Con información de EuropaPress y AFP
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