Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, dispararon misiles balísticos contra objetivos en el Océano Índico en el marco de ejercicios militares, informó el sábado su sitio web Sepahnews. Los misiles apuntaron a “buques de guerra enemigos y los destruyeron a 1.800 km” de allí, según el sitio.
Los ejercicios, que comenzaron el viernes y terminan el sábado, tuvieron lugar en el centro de Irán con objetivos en el “Océano Índico septentrional”, precisaron los Guardianes de la Revolución.
El general Mohamad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, estuvo presente el segundo día de los ejercicios, al igual que el general Hosein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria, y el almirante Hajizadeh, jefe de la Sección Aeroespacial de los Guardianes.
Bautizados “Gran Profeta 15”, los ejercicios militares presentan una “nueva generación” de misiles balísticos tierra-tierra, según los Guardianes.
Hayizadeh explicó que ese ejercicio se había llevado a cabo con una distancia máxima de 300 kilómetros en el Golfo Pérsico.”Hoy, nuestro objetivo era destruir la flota enemiga en el norte del océano Índico a 1.800 kilómetros” y se lanzaron misiles balísticos al área que “destruyeron los objetivos”, agregó. Hayizadeh describió esta fase final de las maniobras como un ejercicio para socavar las fortalezas del enemigo en el sector naval, aseguró que todos los misiles lanzados son de producción interna y subrayó que “los misiles son una herramienta de producción de poder y seguridad para el honorable pueblo de Irán”.
El viernes, la maniobra incluyó un ataque con drones contra un sistema de defensa antimisiles, seguido por el disparo de “misiles balísticos de tipo Zolfaghar, Zelzal y Dezful”, según Sepahnews.
Este ejercicio tuvo lugar después de otra maniobra de dos días esta semana llevada a cabo por la marina iraní en el Golfo de Omán, y después de otro ejercicio de 48 horas de drones realizado por el ejército a partir del 5 de enero. Este último se desarrolló dos días después de que Irán conmemorara el primer aniversario de la muerte del general iraní Qasem Soleimani, muerto en un ataque con drones estadounidenses en Irak.
Estos ejercicios se producen en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos, donde la administración del presidente Donald Trump vive sus últimos días antes de la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, el 20 de enero.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, en inglés) surgieron en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás. También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.
Se cree que actualmente cuenta con unos 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.
Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano, entre otros países.
Más sanciones
Estados Unidos amplió este viernes las sanciones a Irán, al incluir 15 nuevos materiales en una lista de componentes vetados para el programa de misiles del país persa.
Cinco días antes de que concluya la Administración del presidente Donald Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo, indicó en un comunicado que su despacho “está identificando 15 materiales específicos utilizados en relación con los programas de misiles nucleares, militares o balísticos de Irán”.
“Aquellos que a sabiendas transfieran tales materiales a Irán son ahora sancionables”, detalló la nota, que incluyó un listado en el que se relacionan distintos tipos de aluminio y se menciona, entre otros, carburo de circonio y arena de zircon (silicato de zirconio) entre los productos prohibidos.
Pompeo insistió igualmente en que la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC, por su sigla en inglés) “controla el sector de la construcción en Irán”.
“Es importante que la comunidad internacional recuerde que la empresa constructora IRGC y muchas de sus subsidiarias siguen siendo sancionadas por las Naciones Unidas, porque estuvieron directamente en la construcción clandestina del sitio de enriquecimiento de uranio en Fordo”, argumentó.
En ese contexto, el jefe de la diplomacia estadounidense apuntó que “cualquier transferencia consciente de ciertos materiales, incluido grafito o metales en bruto o semiacabados hacia o desde Irán para ser utilizados por el sector de la construcción de Irán sigue siendo sancionable”.
“Mientras persistan las amenazas, las sanciones también deberían hacerlo”, afirmó posteriormente Pompeo en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Teherán y Washington, que no tienen relaciones diplomáticas desde 1979, han vivido numerosas crisis desde que Trump ordenara en 2018 la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear suscrito con potencias mundiales en 2015.
Desde entonces, Washington volvió a imponer duras sanciones sobre la economía persa.
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