Rusia anunció este viernes que se retira del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), un pacto multilateral que busca la transparencia en el control de armas y del que EEUU se salió oficialmente el 22 de noviembre.
“Debido a la falta de progreso a la hora de eliminar obstáculos para preservar el tratado en las nuevas condiciones, el Ministerio ruso de Exteriores anuncia el inicio de los procedimientos internos para la retirada de la Federación Rusa del Tratado de Cielos Abiertos”, indicó en un comunicado el departamento que dirige Serguéi Lavrov.
Estados Unidos puso punto final hace dos meses a su cooperación con el tratado, seis meses después de anunciar su retirada del acuerdo, que abría la puerta a que los Estados miembro realicen vuelos de observación -con aeronaves desarmadas- para obtener información de primera mano sobre las actividades militares sospechosas de otros países, en aras de la transparencia y la confianza mutua.
El acuerdo fue negociado hace tres décadas y, según hizo saber Washington en su momento, Moscú lo incumplió al impedir la vigilancia sobre localidades como Kaliningrado o la frontera con Georgia, donde podría estar desplegando armas nucleares o realizando grandes maniobras militares.
En cambio, Washington considera que las fuerzas rusas se estaban aprovechando del tratado para obtener información sobre infraestructuras norteamericanas clave.
A principios de noviembre, Lavrov exigió garantías por escrito a los miembros restantes de la OTAN de que los datos que recopilen a partir de ahora no se compartirán con Estados Unidos, antes de avisar de que las bases estadounidenses en Europa no quedarían al margen de las misiones de vigilancia rusas.
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