Israel denunció este lunes que la decisión del régimen de Irán de comenzar el proceso para producir uranio enriquecido a 20% demuestra que está buscando construir armas nucleares, a pesar de negarlo.
Los medios iraníes anunciaron el lunes el inicio del proceso para producir uranio enriquecido al 20% en su sitio de Fordo, muy por encima del umbral fijado por el acuerdo nuclear alcanzado en 2015.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo en un comunicado que la medida “no se puede explicar de ninguna manera excepto como la realización continua de su intención de desarrollar un programa nuclear militar”.
“Israel no permitirá que Irán fabrique armas nucleares”, advirtió.
Israel, considerado como el único país con armas nucleares en Medio Oriente, acusa al régimen de Irán de tratar de crear su propio arsenal nuclear y de querer destruirle.
Netanyahu se opuso al acuerdo de 2015 entre Irán y las grandes potencias mundiales para levantar sanciones internacionales a cambio de congelar su programa nuclear.
Pero en 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacó a Estados Unidos del acuerdo y volvió a imponer sanciones, lo que llevó a Teherán a revocar sus propios compromisos.
En mayo de 2019, un año después de la retirada unilateral de Estados Unidos de este acuerdo y la reimposición de sanciones, el régimen persa comenzó a liberarse de sus principales compromisos, incluido el límite de la tasa de enriquecimiento de uranio. Acusado por varios países occidentales e Israel, su gran enemigo, Irán siempre negó que buscase desarrollar el arma atómica.
“El proceso para producir uranio enriquecido al 20% ha comenzado en el complejo de Shahid Alimohammadi [Fordo]”, situado a 180 kilómetros al sur de Teherán, declaró el portavoz del gobierno, Ali Rabii, citado en la página web de la televisión del Estado. El presidente iraní Hassan Rohani dio la orden “estos últimos días” y “el proceso de inyección de gas comenzó hace algunas horas”, agregó.
Irán informó a fines de diciembre al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre su voluntad de producir uranio enriquecido al 20%, el nivel de antes a la conclusión del acuerdo internacional firmado en Viena en 2015.
Este lunes, el OIEA confirmó el anuncio de Teherán. “El director general, Rafael Mariano Grossi, informó a los Estados miembros del OIEA que Irán comenzó a alimentar de uranio ya enriquecido a 4,1% seis cascadas de centifugadoras (...) con el objetivo de subir a 20%”, indicó el organismo de la ONU en una declaración transmitida a la agencia AFP.
Según el último informe disponible de la agencia de la ONU, publicado en noviembre, Teherán enriquecía uranio a un grado de pureza superior al límite previsto por el acuerdo (3,67%), pero no superaba el umbral del 4,5%, y seguía cumpliendo con el estricto régimen de inspecciones del OIEA.
Los programas nucleares orientados a fines exclusivamente pacíficos -en general para la producción de energía, usos médicos e investigación- se valen de uranio natural o uranio levemente enriquecido a un máximo de 4,5-5% del isótopo U235 (que en el uranio natural se encuentra en valors por debajo del 1%).
Para fabricar una bomba atómica comúnmente se entiende que es necesario enriquecer uranio por encima del 90%, mientras que los reactores utilizados para la propulsión de buques requieren de un enriquecimiento del 20%, por lo que cuando un país comienza a enriquecer uranio en estos niveles se estima que está encarando un programa nuclear de uso militar.
Pero, tras el asesinato a finales de noviembre cerca de Teherán del físico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, el Parlamento iraní (de mayoría conservadora) adoptó una controvertida ley para producir y almacenar al menos “120 kg al año de uranio enriquecido al 20%” y “poner fin” a las inspecciones del OIEA sobre las actividades nucleares iraníes.
El gobierno de Rohani se había opuesto a esta iniciativa. El lunes, Rabii explicó que la posición del régimen sobre esta ley no ha cambiado “pero que se veía obligado a implementarla”.
El pacto de 2015 fue alcanzado tras años de duras negociaciones entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de seguridad de la ONU (Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos), así como Alemania.
La Unión Europea (UE) ya advirtió que el enriquecimiento al 20% “constituía un desvío considerable” de los compromisos iraníes “con serias implicaciones en materia de no proliferación”. “No hay que dramatizar. El programa nuclear sigue siendo totalmente transparente y verificable. Debemos concentrarnos en la manera de restablecer la aplicación global del acuerdo”, afirmó por su parte el embajador ruso ante el OIEA, Mijail Ulyanov.
Este anuncio se produce en un contexto de grandes tensiones, tras el primer aniversario de la muerte del general iraní Qassem Soleimani en un ataque estadounidense hace un año en Bagdad, al que Teherán prometió “vengar”. Además, los Guardianes de la Revolución iraníes indicaron este lunes que habían capturado un petrolero con bandera surcoreana en la aguas del Golfo, donde están desplegados buques estadounidenses. Seúl reclamó la liberación del buque.
Ante lo que presentó como “amenazas” iraníes, el Pentágono indicó que había decidido finalmente dejar al portaaviones “USS Nimitz” en el Golfo.
Estos acontecimientos se producen a menos de dos semanas del final del mandato de Trump, que ejerció una campaña de “presión máxima contra Irán”, aumentando las tensiones entre ambas partes con sabotajes, ataques y capturas de buques y drones en el Golfo.
Con la llegada del presidente electo Joe Biden se espera un apaciguamiento, así como un rescate del acuerdo nuclear.
Con información de AFP
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