El gobierno del presidente Donald Trump ha desclasificado información de inteligencia -aún no corroborada pero que ya fue transmitida al presidente- que indica que China habría ofrecido dinero a actores no estatales en Afganistán para atacar a soldados estadounidenses.
De acuerdo con el sitio especializado Axios, que obtuvo la información por parte de dos altos funcionarios de la administración, es significativo que la divulgación de este episodio se produzca cuando faltan apenas 21 días para que Trump deje el Gobierno y sea reemplazado por el demócrata Joe Biden.
Trump ha insistido en el último tiempo con aumentar aún más la presión sobre China, después de que varios reportes indicaran que los rusos habían ofrecido en secreto recompensas para que militantes talibanes mataran a soldados estadounidenses en Afganistán.
En realidad, de acuerdo con la misma fuente, la información fue incluida en la sesión informativa del presidente del 17 de diciembre, y Trump habría sido informado verbalmente sobre el asunto por el asesor de seguridad nacional Robert O’Brien.
Se desconoce si esta información desclasificada también fue compartida con el presidente electo, Joe Biden, aunque se sabe que desde que fue confirmada su victoria, el demócrata posee acceso al resumen diario del presidente.
Si la información desclasificada fuera confirmada, estaríamos ante un cambio significativo en la estrategia de China, lo que aumentaría drásticamente las tensiones entre ambos países. Por el contrario, si no resultara correcta, plantearía interrogantes sobre las motivaciones de las fuentes que la difundieron y sobre la decisión de desclasificarla.
China ha desempeñado durante mucho tiempo un papel diplomático silencioso en Afganistán, invitando a funcionarios talibanes a Beijing para discutir planes para un acuerdo de paz y alentando una solución liderada por Afganistán, aunque las armas y la financiación de fabricación china en ocasiones también han entrado en conflicto.
De acuerdo con expertos, tomando en cuenta la política china en el territorio, una acción tan provocadora sonaría “incongruente”.
“Se trata de uno de los pocos terrenos en los que Estados Unidos y China todavía parecen dispuestos a trabajar juntos”, dijo Andrew Small, miembro del German Marshall Fund, especializado en los asuntos entre China y Afganistán.
A principios del mes de diciembre, Estados Unidos anunció que comenzó a reducir sus tropas de las 4.500 actuales a 2.500, un proceso que espera completar antes del próximo 15 de enero, una medida anunciada por el gobierno de Trump.
En junio pasado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, arremetió contra el diario The New York Times por publicar acusaciones “no verificadas” sobre datos de inteligencia que daban cuenta de recompensas rusas.
Entonces, McEnany sugirió que “oficiales de inteligencia deshonestos” estaban socavando la seguridad de Trump y de Estados Unidos, e insistió en que Trump no había sido informado porque la inteligencia no se había verificado por completo.
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