“Putin dice que se vacunará después de unas cuantas ‘formalidades’ la misma semana en que la vacuna de Pfizer se lanza en Europa. ¡Qué coincidencia!”, ironiza Garry Kasparov y agrega: “No importa lo que diga la etiqueta del frasco, no hay ninguna posibilidad de que se aplique la vacuna no probada Sputnik V”.
El maestro del ajedrez y férreo opositor a Putin, además, calificó como “Dictadura” al gobierno ruso: “Un país con un enorme programa de dopaje deportivo y un laboratorio de asesinato con armas químicas podría producir y probar una vacuna fiable. Pero las dictaduras roban, engañan y matan mejor de lo que innovan”.
Kasparov acompañó sus mensajes con una caricatura publicada en el Santa Cruz Sentinel en el que aparece Putin con el torso desnudo levantan una jeringa de la vacuna como si fuera una pesa de gimnasio, y en el interior de la jeringa se ve basura, no un antídoto contra el coronavirus.
El opositor publicó su opinión luego de que el vocero presidencial ruso anunciara que Putin ahora sí habría tomado la decisión de vacunarse con la Sputnik V.
Durante una entrevista en el canal Rusia 1, Dmitry Peskov señaló que el líder ruso informará personalmente sobre su decisión y que hasta ahora no se vacunó porque esperaba que la vacuna fuera aprobada para los mayores de 60 años.
“Dijo que se vacunará, que tomó esa decisión y esperó a que se completaran todas las formalidades”, indicó Peskov.
La pasada semana Putin admitió en su rueda de prensa anual que no podía vacunarse porque su edad, 68 años, no se lo permitía. “Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo Putin, que cumplió 68 años el pasado 7 de octubre pasado.
Eso despertó suspicacias en algunos países interesados en adquirir la vacuna rusa como en Argentina, el primer país en registrar Sputnik V el 23 de diciembre coincidiendo con la llegada de un avión con las primeras dosis.
Finalmente, este sábado las autoridades rusas dieran luz verde al uso de el uso de Sputnik V para los mayores de 60 años después que los últimos análisis confirmaron que su uso no representa ningún riesgo para ese grupo de edad.
Rusia se apresuró a registrar su vacuna en el verano antes de que fuera evaluada por completo en los ensayos, lo que puede haber alimentado las dudas del público.
Los líderes de Rusia ven la vacuna Sputnik V como un ejemplo del poder científico ruso, a la par de las vacunas desarrolladas en Estados Unidos, Europa y China.
El Fondo Ruso de Inversión Directa, que invirtió en la vacuna, dice que más de 40 países han mostrado interés y que hay pedidos globales de 1.200 millones de dosis. El primer ministro Mikhail Mishustin predijo el miércoles una demanda global “explosiva” de Sputnik V.
Si bien los medios estatales rusos han lanzado propaganda positiva sobre la vacuna, muchos rusos -como Kasparov- siguen sin estar convencidos.
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