La compañía SpaceX del excéntrico millonario Elon Musk reveló nuevas imágenes de la prueba que terminó con la explosión de su cohete de prueba SN8 del proyecto Starship.
La prueba se hizo el pasado 9 de diciembre y en un primer momento parecía ser todo un éxito. La nave completó las maniobras de vuelo de gran altitud, ejecutó satisfactoriamente una transición del propulsor y realizó una maniobra de descenso que incluía un aterrizaje aerodinámico controlado.
Esta maniobra es la “primera en su tipo” dijo la compañía, pues “permitirá aterrizar donde no existan superficies o pistas preparadas, incluyendo la Luna, Marte y más allá”.
Era entonces el objetivo de la prueba poder recopilar datos sobre este aterrizaje aerodinámico controlado para poder avanzar en su desarrollo y aunque el cohete SN8 explotó cuando trató de ejecutar la maniobra, Musk terminó felicitando a su equipo de SpaceX por haber logrado recopilar todos los datos que necesitaban para la prueba.
“La presión del tanque de combustible era baja durante el aterrizaje, lo que causó que la velocidad de aterrizaje fuera alta”, escribió Musk en su cuenta de Twitter explicando el siniestro.
Este resultado estaba entre los posibles previstos por la compañía, que afirmó incluso antes de realizar la prueba que si ocurría un choque o una explosión eso no significaría necesariamente un fracaso de la prueba de vuelo.
Por esta razón la aeronave espacial no iba tripulada durante el ejercicio.
SpaceX ha hecho grandes e importantes avances en materia de exploración espacial y pretende seguir a la vanguardia de la conquista del espacio, uno de los temas que más obsesionan al excéntrico multimillonario estadounidense de origen sudafricano.
Este año, la compañía creada por Musk después del éxito de los automóviles eléctricos Tesla, logró con éxito enviar por primera vez en la historia un cohete al espacio perteneciente a una empresa privada, la Dragon Crew-1 que el 15 de noviembre transportó una misión operativa tripulada a la Estación Espacial Internacional.
De ese viaje histórico hicieron parte los astronautas estadounidenses Shannon Walker, Michael Hopkins y Victor Glover, y el japonés Soichi Noguchi, el cual además se convirtió en el primer lanzamiento exitoso de un cohete al espacio exterior desde suelo estadounidense en décadas.
A principios de diciembre SpaceX lanzó otro cohete al espacio, el Falcon 9, que llevaba una versión mejorada de la cápsula Dragon con provisiones y suministros para la Estación Espacial Internacional, otro hito histórico.
La compañía ha anunciado que seguirá las pruebas en el proyecto Starship y ya colocó en su lugar de lanzamiento el cohete SN9, el cual tratará de completar el aterrizaje que causó la explosión del SN8.
El principal objetivo de este proyecto es poder desarrollar la tecnología capaz de aterrizar cohetes en superficies difíciles como las de marte para avanzar en las misiones exploratorias del planeta vecino.
Se presume que la nave SN9 pueda hacer su prueba entre el 28 y 30 de diciembre, ya que en esos días están cerradas las carreteras cercanas a Boca Chica, Texas, donde reposa en su plataforma de lanzamiento esperando el momento de su despegue.
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