Un verdadero calvario que se prolongó durante más de cuatro años y que, en palabras del propio Miguel Ángel, lo dejó en un estado irreconocible incluso para sus amigos más cercanos. Eso es lo que le costó a la humanidad lo que en ese entonces se reconoció como una obra de arte sin precedentes y, en la actualidad, como uno de los mayores patrimonios artísticos y culturales de todos los tiempos. Lo sabe cualquiera que haya inclinado su cabeza durante varios minutos, incluso horas, mientras recorría la Capilla Sixtina en la ciudad del Vaticano, contemplando la gran obra de la vida del artista italiano, como quien se obnubila observando una constelación compleja en un cielo perfecto.
Pero esa obra monumental, ícono del arte renacentista, que consiste en nueve historias del Génesis, que está compuesto por más de 400 figuras en tamaño real, que se desarrolla a los largo de más de mil metros y que fue pintado a veinte metros de altura se representó de modo bastante diferente para el artista que lo pintó. Eso que podría llamarse un juego de perspectivas es lo que se propuso hacer la editorial Callaway Arts and Entertainment, en colaboración con los Museos Vaticanos y la editorial italiana Scripta Maneant, en un proyecto fotográfico que, después de cinco años de trabajo, ofrece una mirada inédita de la Capilla Sixtina y cuya versión en inglés fue lanzado al mercado a un valor de nada menos que 18.000 euros o 22.000 dólares.
El libro, titulado Sistine Chapel (Capilla Sixtina) y presentado en tres tomos, y que fue publicado hace dos años pero que ahora, habiendo vendido todas sus copias en italiano vuelve en inglés, fue posible gracias a la última tecnología en fotografía digital para lograr imágenes en alta resolución, a escala real y con una precisión de color del 99,4%. Además de la bóveda de la capilla pintada por Miguel Ángel, la publicación incluye los frescos que pintaron Sandro Botticelli, Perugino o Ghirlandaio, entre otros artistas del Renacimiento, por orden del papa Sixto IV.
La directora editorial de Callaway, Manuela Roosevelt, expresó que la escala “permite experimentar estas grandes obras de arte renacentista como nadie lo ha hecho desde que fueron pintadas”, ya que los visitantes de la capilla ven las obras a casi 20 metros por encima de ellos y en paredes a las que no se pueden acercar demasiado. Además, el comunicado oficial precisa que las más de 270.000 imágenes que componen el libro y que fueron capturadas en el transcurso de 65 noches permiten a los lectores apreciar las pinceladas individuales y sentirse como si estuvieran al lado de los artistas mientras trabajan.
Esta otra obra monumental, que es definida como “el libro definitivo sobre la Capilla Sixtina” y en cuyo abultado precio se incluyen los costos de envío, es vista casi como un capricho por sus creadores. Nicholas Callaway, el fundador de Callaway, afirmó, bromeando, que el libro “es la compra compulsiva más cara del mundo”. De las ganancias de sus ventas, con todo, una buena parte se destinará a los museos participantes.
Los Museos Vaticanos han limitado la impresión de la obra a 1.999 copias, 600 de las cuales formarán parte de la edición en inglés de Callaway, y cuyo diseño personalizado difiere de los de las ediciones italiana, polaca y rusa que se produjeron anteriormente. Las 1.000 copias de la edición italiana se agotaron inmediatamente cuando se publicó hace dos años, por lo que sus creadores están seguros que no tardarán mucho en agotarse la tirada actual
Gracias a las más de 270.000 fotografías que se tomaron para poder reproducir las obras, sus creadores consideran que el libro en sí mismo posee un valor de conservación. “Gracias a este trabajo tenemos una captura digital de la Capilla Sixtina que Callaway conservará mientras duren estos libros”, dijo Nicholás Callaway. Y agregó: Los historiadores del arte, los estudiantes, los coleccionistas y los curadores podrán estudiar las obras presentadas con un detalle sin precedentes (...) Creemos que los libros pueden y son objetos de arte en sí mismos”.
Los textos que acompañan las imágenes estuvieron a cargo de Antonio Paolucci, ex director de los Museos Vaticanos y ex director general de Patrimonio Cultural de la Toscana, quien relata la historia detrás de las escenas de La creación del mundo, La creación de Adán y Eva, El pecado original, El sacrificio de Noé o El Diluvio. “Explica lo que estás viendo: las historias bíblicas del Nuevo y Antiguo Testamento, la historia de la creación, el juicio final”, dijo Roosevelt.
Aunque es consciente del alto precio de la edición, Callaway pretende que los libros sean vistos por una amplia población. En efecto, la empresa ha establecido sistemas, a través de incentivos económicos, destinados a conectar a los coleccionistas de arte, benefactores y donantes con los principales museos, bibliotecas públicas y privadas, universidades, diócesis y otras instituciones.
Aunque completar este proyecto, altamente sofisticado, tomó más tiempo de lo esperado, Callaway cree que valió la pena la espera: “Esperamos que, en medio de todas nuestras tribulaciones, la Capilla Sixtina pueda darle a la gente algo inspirador y emocionante”.
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