Con una infraestructura especializada, el aeropuerto de Bruselas-Zaventem se prepara para el desafío logístico de convertirse en la puerta de entrada y distribución para las primeras vacunas contra la COVID-19 hacia la Unión Europea (UE).
A la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dé su visto bueno al prototipo de la vacuna de Pfizer-BioNTech el próximo lunes, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, aseguró este jueves en su cuenta de Twitter que “el 27, 28 y 29 de diciembre empezará la vacunación a través de la UE”.
Como firme candidata a convertirse en la primera vacuna que llegue a los europeos, la de Pfizer-BioNTech -que, junto con la de Moderna, han sido las dos únicas que han solicitado el visto bueno de la EMA- se fabrica en la provincia belga de Amberes, concretamente en la localidad de Puurs, a unos 35 kilómetros de Zaventem.
“En los últimos diez años, el aeropuerto de Bruselas ha sido muy activo y especializado en la manipulación de vacunas (...), la del ébola es un ejemplo”, explicó en una entrevista con Efe el responsable de redes y productos de carga en Zaventem, Nathan de Valck, quien, en parte gracias a la fuerte industria farmacéutica del país, destaca la “reputación” del aeropuerto como “la puerta de entrada preferida para estos productos en Europa”.
Según explicó De Valck, uno de los retos para la infraestructura aeroportuaria es el de adaptar los requisitos de transporte y conservación a las características propias de las vacunas, para lo cual Zaventem ya cuenta con tres “tipos estándar” de almacenamiento: a temperatura ambiente (15-25 ºC), en frío (2-8 ºC) y por debajo de los 0 ºC.
Pero para adecuarse a las particularidades de las posibles vacunas contra la covid-19, la sección de carga debió llevar a cabo “un seguimiento detallado junto con los productores”, destacó este responsable, quien asegura que, además de con Pfizer, mantienen contactos con una “gran lista” de farmacéuticas, entre ellas, Moderna, AstraZeneca, GSK-Sanofi, Johnson & Johnson o Novavax.
AMPLIA INFRAESTRUCTURA Y PERSONAL ESPECIALIZADO
Para recibir las vacunas, el aeropuerto cuenta con un amplio espacio en sus almacenes: “Tenemos 30.000 metros cuadrados”, aseguró De Valck, que pueden “duplicarse, si el volumen es mucho mayor de lo esperado”, añade. Este espacio es propiedad de la autoridad aeroportuaria, aunque “es gestionado por los diferentes operadores activos en el aeropuerto”, que son quienes “instalan las cámaras frigoríficas muy específicas en los almacenes”.
Los operadores pueden ser de tres tipos: empresas de transporte y almacenamiento, “empresas transitarias” (para coordinar y gestionar las mercancías) y agencias de manipulación, y “todos juegan un papel en la cadena logística de suministro de las vacunas”, dijo el responsable de redes y productos de carga.
En cuanto a la mano de obra, Brucargo, el área dedicada a la carga en el aeropuerto de Bruselas, cuenta con una plantilla de unas 5.000 personas y, según estimó De Valck, “hasta un cuarto estará involucrado con las vacunas”.
DEL ALMACÉN A LA AERONAVE
Cada vacuna sale del laboratorio bajo unas condiciones. En concreto, la de Pfizer llega a los almacenes de Zaventem desde Puurs en unos contenedores específicos diseñados por la farmacéutica, que controlan la temperatura y que utilizan hielo seco para mantener la vacuna entre -70 y ±10 ºC, que puede durar hasta 10 días sin abrir.
La compañía asegura estar preparada para “realizar el primer envío lo antes posible, posiblemente a las pocas horas de obtener la autorización de cualquier agencia reguladora”, explica una portavoz de Pfizer consultada por Efe.
Su vigilancia de las vacunas no finaliza en el aeropuerto sino que, según explica la portavoz, se hace un seguimiento a través de sensores térmicos habilitados con GPS con una torre de control que rastrea la ubicación y la temperatura de los contenedores “para prevenir proactivamente desviaciones no deseadas y actuar antes de que ocurran”.
Una vez llega al aeropuerto, se utilizan vehículos de transporte especiales, los denominados “Airside Pharma Transporters”, que son “una especie de nevera sobre ruedas para mantener la temperatura de almacenamiento durante el transporte al avión”, explica el jefe de carga de Zaventem.
Además, el aeropuerto de Bruselas cuenta con algo “que lo hace único”, según De Valck: la monitorización del envío para “garantizar la transparencia en la cadena de suministro”, a través de una “torre de control” (una persona física) que sigue el estado de los envíos que pasan por Zaventem para reaccionar rápidamente.
EL PROCESO DE COMPRA
Hasta ahora, según matizó De Valck, aunque son los gobiernos quienes adquieren las dosis de vacuna contra la covid-19, “son los fabricantes farmacéuticos quienes se han encargado de organizar el transporte”, y lo hacen, según la portavoz de Pfizer, “según su canal preferido (el de los gobiernos) y los lugares de vacunación designados”. Aunque “para ciertos países tendría sentido pedir a los transportistas nacionales que se involucren activamente en el transporte de las vacunas si las han comprado”, opinó el jefe de carga.
En el aeropuerto de Zaventem, desde el 27 de noviembre ya se han realizado 7 vuelos, en cooperación con United Airlines, Expeditors, DHL Global Forwarding y DHL Expres.
Sin embargo, aunque no quiso dar nombres específicos por tratarse de “información sensible”, De Valck aseguró que mantienen contactos con “muchas aerolíneas”: “Algunas de ellas se han acercado a nosotros estas semanas y trabajan con nosotros para preparar otros corredores de transporte de vacunas”, explicó el jefe de carga.
“Sabemos que hay un número limitado de lugares de producción en el mundo y algunos de ellos están ubicados en Bélgica o sus alrededores, por lo que (...) muchas aerolíneas participarán en el transporte en las próximas semanas y meses”, concluyó De Valck.
Con información de EFE
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