Luego de afirmar que por el momento no se aplicaría la vacuna Sputnik V, dado que solo está aprobada para personas de 18 a 60 años, Vladimir Putin sorprendió al anticipar que el Centro Gamaleya evalúa desarrollar otra versión, que podría darse en una sola dosis, pero tendría menor nivel de protección. El objetivo de esta vacuna que denominó “light” sería abastecer la fuerte demanda externa que está recibiendo de distintos países alrededor del mundo.
“Una de las opciones que tenemos es crear la denominada vacuna ‘light’ del Centro Gamaleya. Es decir, se administrará solo una inyección que funcione durante un plazo más corto y que tenga un nivel reducido de protección, pero que igual alcance el 85% de eficacia. Pese a ello, se podrá aplicar a decenas de millones de personas”, dijo el presidente ruso en su tradicional conferencia de prensa anual.
El dato fue confirmado por Kiril Dmítriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), que financia el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus en Rusia. “El RDIF cubre los gastos del Instituto Gamaleya para los ensayos necesarios puesto que (la vacuna) se llama Sputnik V-light”, dijo Dmítriev, citado por la agencia Sputnik.
“Esta vacuna puede dirigirse principalmente a los mercados externos donde se registran fuertes focos epidemiológicos. Vemos una demanda significativa de esta vacuna y de este enfoque por varios países extranjeros”, agregó. Al ser consultado, aclaró que Rusia optaría por la versión original de la Sputnik V, que se aplica en dos dosis y que ofrece mayor protección y por más tiempo.
Por su parte, Alexánder Guíntsburg, director del Centro Gamaleya, dijo que “la ‘vacuna light’ contra el covid-19 no será efectiva por mucho tiempo, pero permitirá prevenir casos fatales graves”.
Guíntsburg hizo hincapié en la importancia de tener una vacuna que se pueda producir y distribuir más rápido, como una herramienta para contener los brotes más agudos de la epidemia. “Es un compromiso entre la duración de la preparación de la vacuna y la necesidad de bajar rápidamente el pico de incidencia, y sobre todo, la tasa de mortalidad por esta enfermedad, con el uso de solo un componente de la vacuna”, dijo según RT.
De acuerdo con la información difundida por Rusia, Sputnik V tiene una eficacia del 91,4% después de dos dosis que se administran con tres semanas de diferencia. El problema es que la producción de la vacuna ha sido más lenta de lo previsto, en parte porque la segunda dosis, que utiliza un vector adenoviral diferente a la primera, ha sido particularmente difícil de fabricar.
Por otro lado, hasta el momento sólo está autorizada para un determinado grupo de edad: de 18 a 60 años. “A la gente como yo la vacuna todavía no llega”, dijo Putin, que el 7 octubre pasado cumplió 68 años. “Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas, y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a un pregunta sobre si había vacunado.
Los ciudadanos rusos reaccionaron con escepticismo a la campaña de vacunación masiva que lanzó el mismo Putin. Las autoridades confían en la vacuna Sputnik V del país como respuesta a la crisis, y abrieron la vacuna al público incluso antes de que finalicen los ensayos de Fase III. En el primer grupo, los trabajadores sanitarios y los profesores pueden iniciar el tratamiento de dos dosis.
Las razones se basan tanto en la historia de Rusia de cautela ante las autoridades como en las teorías conspirativas que circulan por Internet y los negacionistas de la pandemia, lo que refleja gritos de protesta similares contra las vacunas en los Estados Unidos, Alemania y otros lugares. Las autoridades rusas tampoco ayudaron a su causa emitiendo mensajes confusos sobre si los vacunados deben evitar el alcohol durante semanas.
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