El Reino Unido debería tratar a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como una organización terrorista como parte de un nuevo enfoque en las relaciones con Teherán, según un grupo de diputados británicos.
El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes dio a conocer un informe en el que pide además al Ejecutivo que califique a Irán como Estado “captor de rehenes”, tras el caso de la británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, encarcelada en ese país desde 2016 por cargos relacionados con la seguridad nacional.
Al mismo tiempo, el comité considera que el Reino Unido debería liderar los esfuerzos para trabajar con el nuevo Gobierno del presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, a fin de atajar el problema de las ambiciones nucleares de Irán.
Los diputados que integran este comité, de distintos partidos, recomiendan al ministerio de Exteriores que anime a Irán a desempeñar una labor “positiva, constructiva y predecible” como poder regional.
“Las actividades desestabilizadoras de Irán son inaceptables porque tienen un impacto adverso en la región y en su población, pero, cuando llegue el momento, la puerta está abierta a la diplomacia”, escribieron los parlamentarios.
Estados Unidos, bajo el gobierno de Donald Trump, ha situado a la Guardia Revolucionaria, la fuerza militar ideológica que opera dentro y fuera de Irán, como una organización terrorista.
El comité británico añade que el apoyo “claro” de la Guardia “a los terroristas y actores no estatales que trabajan para perjudicar la estabilidad en la región” implica que los ministros de Exteriores e Interior, Dominic Raab y Priti Patel, respectivamente, deberían empezar el proceso para proscribir a la organización.
“La filosofía destructiva del grupo y la violencia dentro de Irán y en la región representan un argumento convincente” para que esta guardia sea sometida a sanciones, señaló el presidente del influyente comité parlamentario, el conservador Tom Tugendhat.
Para el Reino Unido, el caso más notorio es el de Zaghari-Ratcliffe, que permanece detenida a pesar de los esfuerzos del Gobierno británico para su liberación.
“El Gobierno del Reino Unido -añadió Tugendhat- debería llamar la detención arbitraria de extranjeros lo que es: toma de rehenes”.
En 2018, Donald Trump retiró a su país del llamado Plan de Acción Integral Conjunto, un acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en Viena en julio de 2015 por Irán, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, China, Rusia y la Unión Europea (UE).
El comité del parlamento británico añadió que el Gobierno del Reino Unido debería trabajar para sustituir ese acuerdo por otro que tenga en cuenta la seguridad regional y evaluar sanciones contra figuras del régimen.
“Durante mucho tiempo, iraníes inocentes han sufrido la violencia y las violaciones de los derechos humanos a manos de su propio Gobierno”, subraya Tugendhat.
(Con información de EFE)
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