El gobierno alemán aprobó el miércoles un proyecto de ley que impone a los proveedores de tecnologías estratégicas, como la 5G, una certificación que podría conducir a la exclusión de Huawei, compañía vinculada al régimen de Beijing y acusada de espionaje por los Estados Unidos.
La coalición entre conservadores y socialdemócratas debate, desde hace un año y medio, los contornos de este proyecto que no nombra a la empresa china, pero endurece la reglamentación para ser admitido en el mercado alemán de la 5G. Numerosos países han excluído a la Huawei de la construcción de sus redes a lo largo de los últimos meses. Entre ellos se cuentan Canadá, Brasil, Suecia, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Japón, mientras que otros como Alemania e India insinuaron que también lo harán. Italia y Noruega cancelaron contratos con la compañía china y eligieron otras.
Un portavoz del gobierno alemán declinó hacer comentarios directamente sobre el tema al ser consultado sobre la medida estadounidense de dejar de entregar datos de inteligencia a todo país que use equipos Huawei.
“Esta ley abarca temas fundamentales de seguridad tecnológica, no compañías individuales”, declaró el vocero, Steffen Seibert, a reporteros en Berlín.
El texto, que aún debe ser aprobado por el parlamento, prevé que los “componentes críticos” en instalaciones estratégicas, como la de telecomunicaciones, sólo se aprueben “si el fabricante ha emitido una declaración de fiabilidad” al explotador de la infraestructura.
Los componentes críticos son de tal importancia que una avería o una acción de sabotaje contra ellos tendría consecuencias dramáticas, explicó el ministerio del Interior en su presentación del proyecto.
La “declaración de garantía” presentada por el fabricante deberá demostrar que el componente no “presenta propiedades técnicas que permitan un uso inadecuado, en particular con fines de sabotaje, espionaje o terrorismo”, según el proyecto de ley.
El texto cubre el sector de las telecomunicaciones, pero también el de abastecimiento de agua y energía o el de la salud.
El ministerio del Interior tendrá que definir las garantías mínimas, en particular las relativas a “cuestiones de seguridad”, expresa otro párrafo de la iniciativa.
El gobierno de Estados Unidos ha denunciado y sancionado a Huawei, prohibiendo la exportación de tecnología estadounidense a la empresa y urgiendo a otros países para que excluyan sus sistemas de sus redes de telecomunicaciones.
Huawei está presionando para liderar el despliegue internacional de nuevas redes móviles 5G que podrían representar un salto masivo en el funcionamiento de Internet.
Huawei niega acusaciones estadounidenses de que es una herramienta de espionaje para Beijing. No obstante, distintas revelaciones a lo largo de los años atentan contra las declaraciones de la compañía.
La última de ellas tuvo lugar el 9 de noviembre, cuando The Washington Post reportó que ha probado un software de reconocimiento facial que podría enviar “alarmas uigures” automatizadas a las autoridades gubernamentales cuando sus sistemas de cámaras identifiquen a miembros del grupo minoritario oprimido.
Si el sistema detectaba el rostro de un miembro del grupo minoritario musulmán -según el informe de la prueba- podría activar una “alarma uigur” -lo que podría marcarlos para la policía en China- cuyos miembros han sido detenidos en masa como parte de una brutal represión del gobierno.
Maya Wang, investigadora principal de China del grupo de defensa Human Rights Watch, dijo que el país ha utilizado cada vez más la vigilancia asistida por IA para monitorear de cerca al público en general y oprimir a las minorías, manifestantes y otras personas consideradas amenazas para el estado.
Con información de AP y AFP
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