El espionaje del régimen chino sobre los ciudadanos estadounidenses habría alcanzado un nivel de vigilancia masiva, con la intercepción de comunicaciones telefónicas de celulares abonados en suelo estadounidense, según la investigación de un ex ejecutivo de seguridad de redes móviles.
La pesquisa y el análisis fueron realizados por Gary Miller, quien compartió a The Guardian sus descubrimientos sobre la actividad del gigante asiático a través de las redes 3G y 4G enrutados mediante un operador estatal, China Unicom, lo que dejaría pocas dudas sobre la responsabilidad del régimen de Xi Jinping detrás de la operación.
Miller ha pasado años analizando informes de inteligencia y reportes de tráfico de señales entre operadores móviles extranjeros y locales. Así descubrió que estos presuntos ataques estarían utilizando redes del Caribe para realizar la vigilancia, que apunta a rastrear e interceptar las comunicaciones telefónicas. Según indicó, decenas de miles de usuarios de móviles de EEUU se han visto afectados por este esquema entre 2018 y 2020.
Esta operación, por su gran escala, no necesariamente estaría dirigida a objetivos de alto perfil, pero apuntan a una vigilancia de patrones de movimiento masivo y de la comunicación de los viajeros estadounidenses. Además, marcan un cuadro estremecedor de cómo Beijing estaría explotando décadas de vulnerabilidades en la red mundial de telecomunicaciones.
Miller también halló indicios “fuertes y claros” de ataques coordinados: en docenas de casos, los celulares afectados a través de China Unicom también fueron atacados por dos operadores caribeños de Barbados y Bahamas, Cable & Wireless Communications (Flow) y Telecommunications Company (BTC), respectivamente. A su vez, en 2019, buen aparte de los ataques sobre la red 3G provenían de Barbados.
Según su análisis, “China redujo los volúmenes de ataques en 2019, favoreciendo un espionaje más dirigido”. En este proceso, fue clave los estrechos vínculos que ha cultivado el régimen de Xi Jinping con los países del Caribe, tanto en comercio como en inversión en tecnología.
El investigador no halló evidencias de que los operadores hayan actuado a sabiendas de una actividad sospechosa y dijo que es posible que una entidad china haya alquilado una dirección de red de los operadores caribeños para coordinar y enrutar los mensajes sin su conocimiento. China Unicom respondió a las consultas de The Guardian refutando las acusaciones.
Del lado estadounidense, la Comisión Federal de Comunicaciones, que regula las telecomunicaciones en el país, advirtió en abril que podría cerrar las operaciones de China Unicom en el país, ante la preocupación por la vulnerabilidad de las empresas al “control del partido comunista chino”.
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