Un tribunal respaldado por las Naciones Unidas sentenció este viernes a cadena perpetua a un miembro del grupo insurgente Hezbollah por su participación en el asesinato del ex primer ministro del Líbano Rafik Hariri en 2005.
El acusado, Salim Ayyash, nunca había sido arrestado y tampoco estuvo en la sala del Tribunal Especial para el Líbano durante la sentencia.
La corte lo declaró culpable en agosto pasado por ser coautor de cinco cargos relacionados con el atentado suicida con una camioneta bomba que estalló en el paseo marítimo de Beirut el 14 de febrero de 2005. La fuerte explosión mató a 22 personas, entre ellas Hariri, y provocó 226 heridos.
“El señor Ayyash participó en un acto de terrorismo que causó una masacre. Su rol (...) fue vital para el éxito del mismo”, dijo el juez presidente, David Re.
“La sala está convencida de que debe imponer la pena máxima para cada uno de los cinco delitos de cadena perpetua, a cumplir de forma simultánea”, añadió.
“El Líbano tiene un sistema parlamentario. Los políticos deberían ser destituidos en las urnas, en lugar de hacerlo con una bala o una bomba en un ataque terrorista”, concluyó la jueza Micheline Braidy desde un tribunal respaldado por la ONU y con sede en la ciudad holandesa de Leidschendam.
Hariri era uno de los líderes suníes más influyentes del Líbano y se oponía a la influencia siria en el país, lo que hizo que muchos señalaran a Damasco como responsable del asesinato.
Recientemente, Eslovenia se sumó a una larga lista de países que calificaron a Hezbollah como una organización terrorista.
Hezbollah tiene alas tanto militares como políticas. Su ejército lucha contra Israel cerca de la frontera entre Líbano y el Estado judío y en Siria apoya al gobierno contra los grupos rebeldes. Está fuertemente respaldado por Irán y es un aliado de sus milicias en Irak. A nivel nacional, participa en la política libanesa y formó parte de gobiernos de coalición en el país.
Muchos países europeos han calificado sólo al ala militar de Hezbollah como organización terrorista. Sin embargo, en los últimos dos años, el Reino Unido, los Países Bajos y varios otros han decidido denunciar a toda la organización como grupo terrorista. Alemania hizo lo propio en abril pasado, mientras que distintos países latinoamericanos han hecho lo mismo en los últimos años.
CON INFORMACIÓN DE AFP Y EFE
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