Un equipo de buzos polacos cree que han encontrado la legendaria “Cámara de Ámbar” una de las maravillas del mundo moderno que fue saqueada por los nazis en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.
Así parecen indicarlo las exploraciones en el naufragio de un barco de guerra alemán cerca, considerando que cerca de la nave se han encontrado unos cofres que podrían esconder en su interior el tesoro, que lleva 75 años perdido. La Cámara de Ámbar estaba ubicado en el palacio de Catalina, en la villa de los Zares cerca de San Petersburgo y lleva su nombre porque estaba decorada por completo con paneles de ese material, rematados con pan de oro y espejos.
La compañía polaca Bltictech, que realiza la búsqueda en los restos submarinos, anunció esta semana el hallazgo, aunque todavía se desconoce a ciencia cierta su contenido. En un comunicado la compañía explicó que fueron encontrados implementando equipos electrónicos.
El barco, denominado Karlsruhe Steamer, fue descubierto en septiembre pasado a unos 88 metros bajo el nivel del mar, cerca a las costas de Ustka en Polonia. Este navío se hundió el 13 de abril de 1945 tras ser atacado por aviones soviéticos. Se cree que podría contener los tesoros de la Cámara de Ámbar porque su último lugar de partido fue precisamente donde se dio el saqueo.
Este barco fue usado durante la evacuación de Prusia Oriental, cuando la Alemania nazi estaba prácticamente derrotada y ordenó a civiles y militares afines al régimen que se desplazaran de los territorios que controlaban en Europa Central y Oriental.
“Está prácticamente intacto. En sus bodegas descubrimos vehículos militares, porcelana y muchas cajas con contenido hasta ahora desconocido”, afirmó cuando lo encontraron Tomasz Stachura, especialista del grupo de buceo de Baltictech.
Desde entonces la compañía ha sostenido que el naufragio “puede proporcionar información relevante sobre la desaparición de la legendaria Cámara de Ámbar”. Ahora, el descubrimiento de los cofres aumenta estas posibilidades, sobre todo porque en la última exploración también se encontraron los restos de otro navío nazi que está a solo 550 metros del Karlsruhe.
“Como sospechábamos, alrededor del naufragio y, particularmente, frente de su proa, se han derramado muchos artículos del interior del barco”, dijo el equipo.
Sin embargo, aunque varios de esos cofres parecían estar abiertos hay uno en que presenta unos “sellos de goma especiales”, alimentando la esperanza de los exploradores de que su contenido tenga elementos valiosos, como pinturas o tesoros de ámbar.
El Karlsruhe Steamer partió del puerto de Konigsberg con mucha prisa y fuertemente escoltado. Llevaba un gran cargamento de 360 toneladas, además de 1.083 refugiados. Solo 113 personas salvaron su vida en el hundimiento.
“Si los alemanes llevaron la Cámara de Ámbar a través del mar Báltico, entonces el Karlsruhe Steamer era su última oportunidad”, dijo Stachura.
La Cámara de Ámbar fue un regalo para el zar ruso Pedro I el Grande en 1716 hecho por el emperador Federico Guillermo I de Prusia y fue diseñada por maestros alemanes. Durante la Segunda Guerra Mundial desapareció después de que tropas nazis saquearan el Palacio de Catalina, ubicado las afuera de lo que entonces era Leningrado, en la ciudad de Tsárskoye Seló.
Es considerada la octava maravilla del mundo, pero su destino sigue siendo incierto y aunque ahora hay nuevas pistas para encontrarla se deberá esperar por lo menos hasta abril del próximo año para seguir con las exploraciones.
Así lo anunció el equipo de Baltictech, señalando que el invierno dificulta las operaciones. Además, para lograr recuperar la carga de los restos del Karlsruhe necesitan contar con la ayuda de buzos militares, que tienen el permiso para descender a grandes profundidades. El conste de esta operación se prevé millonario.
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