El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió que se “repare” el planeta frente al cambio climático mientras se reconstruye un “nuevo mundo” post-coronavirus. El máximo funcionario del organismo multilateral realizó las declaraciones durante un discurso este miércoles en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
“El equilibrio del planeta está roto. La humanidad está en guerra contra la naturaleza, esto es suicida”, advirtió el portugués, quien pidió que la cumbre prevista el 12 de diciembre para el quinto aniversario del Acuerdo de París sobre el clima ponga en marcha un verdadero cambio.
“El próximo año tenemos la oportunidad de detener el saqueo (de los recursos naturales) y comenzar a sanar” el planeta, indicó, abogando principalmente por una reducción sustancial del uso de combustibles fósiles.
“La recuperación del covid y la reparación de nuestro planeta deben ser dos caras de la misma moneda”, estimó el jefe de la ONU, para quien “un nuevo mundo está tomando forma”.
Guterres dedicó la mayor parte de su discurso a enfatizar que el deterioro del medio ambiente continúa, y que no hay indicios de que ello vaya a cambiar en el futuro cercano.
“La biodiversidad está colapsando. Un millón de especies están en riesgo de extinción. Los ecosistemas están desapareciendo ante nuestros ojos. Los desiertos se están extendiendo. Los humedales se están perdiendo. Cada año, perdemos 10 millones de hectáreas de bosques”, enumeró.
“Los océanos están sobreexplotados e inundados con los residuos plásticos. El dióxido de carbono que absorben está acidificando los mares. Los arrecifes de coral están blanqueados y muriendo. La contaminación del aire y del agua está matando a 9 millones de personas al año”, señaló Guterres, quien advitió que estas condiciones podrían propiciar la aparición de nuevos virus en el futuro.
“Los incendios e inundaciones apocalípticas, los ciclones y huracanes son cada vez más normales”, agregó. Por ende, dijo, “hacer las paces con la naturaleza” debe ser “la máxima prioridad para todos, en todas partes”. “En este contexto, la recuperación de la pandemia es una oportunidad. Podemos ver luces de esperanza en forma de una vacuna. Pero no hay ninguna vacuna para el planeta”.
Al saludar los primeros compromisos hacia la neutralidad en las emisiones de carbono de China, la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur, dijo esperar que este “movimiento” adquiera una fuerza mundial. “Cada país, ciudad, institución financiera y compañía debería adoptar medidas para llegar a cero emisiones netas para 2050”, aseguró.
En un informe, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que este año el mundo terminará siendo 1,2 grados centígrados más cálido que en la última mitad del siglo XIX, fecha que los científicos utilizan como base para calcular el calentamiento causado por los gases que atrapan el calor de la quema de carbón, petróleo y gas natural. La mayor parte del calor atrapado va a los mares del mundo, y las temperaturas de los océanos están ahora en niveles récord. Esto provoca que 2020 termine como uno de los tres años más calientes registrados.
“Hay al menos una posibilidad entre cinco de que supere temporalmente los 1,5 grados centígrados para 2024”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. El acuerdo climático de París estableció el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento desde la época preindustrial.
Un nuevo análisis realizado por los científicos de Climate Action Tracker, que supervisan la contaminación del carbono y se comprometen a recortarlas, indicó que aún si se mantienen los compromisos públicos de reducción de emisiones,el calentamiento sería de unos 2,6 grados centígrados (4,7 grados Fahrenheit).
Uno de los nuevos informes determinó que los países tendrían que reducir la producción de petróleo, carbón y gas natural en un 6% cada año entre el presente y 2030 para evitar que las temperaturas mundiales aumenten más de 1,5 grados centígrados. En cambio, una revisión de ocho de las principales naciones productoras de combustibles fósiles mostró que planean aumentar la producción en un 2% anual. Eso significa que entraría en el mercado el doble de la cantidad de combustible basado en el carbono que lo que es factible para mantener el objetivo de París al alcance.
Los gobiernos del Grupo de los 20 países, compuesto por economías desarrolladas y emergentes, han comprometido hasta ahora más dinero para apuntalar los sectores de los combustibles fósiles que para impulsar el despliegue de la energía renovable, según el informe.
La coautora del documento, Ivetta Gerasimchuk, del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, dijo que invertir en petróleo, carbón y gas ya no tiene sentido económicamente porque la energía renovable se está volviendo más barata que los combustibles fósiles. Pero, apuntó, “vemos que en lugar de que los gobiernos dejen morir estos proyectos de combustibles fósiles, los resucitan de entre los muertos”.
“Creo firmemente que 2021 puede ser un nuevo tipo de año bisiesto, el año del salto cuántico hacia la neutralidad del carbono”, manifestó Guterres. Aunque aclaró que los dos informes de la ONU del miércoles “explican lo cerca que estamos de la catástrofe climática”.
El secretario general de la ONU explicó que cuando los países gastan billones de dólares para recuperarse de la desaceleración económica desencadenada por la pandemia, deben hacerlo de una manera que haga hincapié en la energía limpia. “Las naciones deben dejar de financiar y subvencionar los combustibles fósiles”.
En esa línea, instó a los países a cumplir su promesa de París de gastar 100.000 millones de dólares al año para ayudar a los países más pobres a desarrollar una energía más limpia.
Guterres dijo que no hay manera de que el mundo pueda frenar el cambio climático “sin el liderazgo de Estados Unidos” e instó a los estudiantes y a otros estadounidenses a hacer “todo lo que puedan” para que sus gobiernos frenen las emisiones más rápidamente.
Con información de AFP y AP
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