El líder disidente de Hong Kong Joshua Wong y otros dos activistas fueron condenados este miércoles a penas de cárcel por una manifestación ilegal frente al cuartel general de la policía durante las multitudinarias protestas prodemocracia del año pasado.
Wong fue condenado a 13 meses y medio de cárcel, Agnes Chow a 10 meses e Ivan Lam a 7 meses, según indicó una periodista de la AFP en el tribunal.
“Los días venideros serán difíciles, pero aguantaremos”, dijo Wong, de 24 años, antes de ser conducido fuera de la sala del juicio.
“Todo este dolor y sufrimiento reforzarán nuestra valentía y nuestras convicciones a favor de la democracia y la justicia”, había escrito el pasado lunes en su cuenta de Twitter, junto a una carta en la que afirma haber sido puesto en aislamiento.
“Las jaulas no pueden encerrar almas”, agregó.
Durante las audiencias del 23 de noviembre, los tres activistas se declararon culpables de los hechos por los que se los acusa.
“Los acusados pidieron a los manifestantes ocupar el cuartel general (de la policía de Hong Kong) y clamaron consignas contrarias a la policía”, afirmó la jueza Wong Sze-lai.
“La detención es la opción más apropiada”, añadió, lo que provocó las lágrimas de Chow al escuchar la condena.
No es la primera vez que Wong es encarcelado. Este joven, considerado por las revistas Time, Fortune y Foreign Policy como una de las personas más influyentes del mundo, encarna a ojos de la opinión pública internacional la resistencia a Pekín en esta excolonia británica.
En 2019 Hong Kong fue escenario de protestas multitudinarias, con frecuencia violentas, para denunciar la influencia de China sobre la región semiautónoma.
En junio de ese año, surgió un nuevo movimiento contra un proyecto de ley muy criticado que autorizaba las extradiciones a China. Careció de un líder y estuvo marcado por siete meses de manifestaciones casi diarias, salpicadas por enfrentamientos violentos entre policías y manifestantes.
A pesar de esta movilización, el Ejecutivo de Hong Kong, pro-Pekín, no ha hecho ninguna concesión a los manifestantes.
La draconiana ley de seguridad nacional impuesta en junio por Pekín y los procesamientos judiciales contra muchos activistas prodemocracia pusieron fin al movimiento de protesta.
Más de 10.000 personas han sido arrestadas en los últimos 18 meses, incluida la mayoría de los principales activistas y figuras de la oposición.
CON INFORMACIÓN DE AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA: