Mohsen Fakhrizadeh-Mahabadi fue abatido en horas de la tarde en el este de Teherán. Fue señalado como el responsable del plan nuclear iraní que pone en riesgo a todo Medio Oriente y el balance mundial en la región. En 2018, Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, lo había señalado como el “padre” del objetivo último del régimen: tener un arma de alto poder destructivo. Aquel 8 de mayo, Netanyahu reveló que el archivo atómico iraní se encontraba en Israel. “En un lugar seguro”, especificó.
Se trata de más de 100.000 documentos originales en distintos formatos y en farsi; una operación considerada como uno de los mayores logros de inteligencia en la historia del país. En ellos se notaba la tinta de Fakhrizadeh.
Se estima que el hombre abatido hoy -y que despertó la ira de la teocracia- tiene 59 años y se formó en la Universidad Imam Hossein en Teherán; institución conocida por sus vínculos con las Sepah-e Pasdaran-e Enghelab-e Islami, los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, a la cual perteneció.
“Utiliza varios apodos y aparentemente posee tres pasaportes con distintos nombres. Está casado y tiene tres hijos”, explicó Afshin Jam, activista de derechos humanos, político y miembro fundador de Peace and Humanity.
Jam escapó de Irán durante los inicios de la revolución islámica en 1979 y actualmente reside en Canadá. "Su familia está involucrada en la importación de tecnologías avanzadas, incluyendo variedades de cámaras profesionales de grabación, personales e industriales para distintos propósitos", agregó.
"Las revelaciones de Netanyahu ponen a Irán y al Dr. Fakhrizadeh en alerta, otorgándole a él y a sus colegas una capa adicional de protección. Esto lo dejará fuera de contacto más que nunca", concluyó Jam.
“Fakrizadeh está a cargo del proyecto militar del programa nuclear de Irán para conseguir la bomba. Es una persona muy importante”, dijo por su parte, Meir Javedanfar, profesor de historia iraní contemporánea en el Centro Interdisciplinario de Hertzliya. ”Por muchos años fue buscado por los americanos y la AIEA para entrevistarlo, saber qué está haciendo. Pero es una persona muy misteriosa”, detalló el especialista nacido en Teherán durante una conversación con Infobae en mayo pasado. “Mientras más se sepa sobre Fakhrizadeh, más se sabrá sobre el proyecto militar-nuclear iraní”, aseguró.
La resolución 1747 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas situó a científico iraní bajo el título de "personas involucradas en actividades nucleares o misiles balísticos" y en tal sentido, lo definió como:
"Científico ejecutivo del ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas, ex jefe del Centro de Desarrollo Físico (CDF). La AIEA ha requerido entrevistarlo sobre las actividades del CDF durante el período que lo encabezó, pero Irán se opuso".
En una nota de Ronen Bergman publicada en la prensa israelí, el periodista especializado en seguridad describió a Fakhrizadeh como “un agente secreto de los ayatolás” y menciona que su oficina en el campus “está rodeada por cámaras y las visitas definitivamente prohibidas”. Raz Zimmt, especialista en Irán para el Instituto INSS de Tel-Aviv, admitió que son muy pocos los detalles conocidos sobre la vida del Fakhrizadeh.
"Todo lo que sabemos es a través de las agencias de inteligencia occidentales y es información que apareció elípticamente en los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (mencionados arriba)", sostuvo Zimmt. "Los científicos, especialmente aquellos vinculados con actividades secretas y más aún aquellos que trabajan en el desarrollo de armamento, deben estar sujetos a algún tipo de limitaciones entre ellas viajes al exterior", agregó.
Muertes y gusanos
Es de esperar una significativa vigilancia constante a los alrededores de Fakhrizadeh, teniendo en cuenta que continúa con vida mientras varios de sus colegas, no. Entre 2010-2013, el proyecto nuclear de los ayatolás sufrió repetidos incidentes: siete personas entre ellos científicos nucleares y oficiales fueron objetivos de asesinatos. Seis de ellos murieron y sólo uno se salvó.
También en 2010, un gusano informático llamado Stuxnet fue descubierto en múltiples sistemas infectando al menos 15 facilidades iraníes, entre ellas la planta nuclear de Natanz.
Este ataque cibernético sumamente sofisticado provocó la ruptura de numerosas centrífugas mediante la alteración de su sistema de control.
Todos los ojos miraron sobre Israel, quien por su parte jamás se expresó al respecto, sea por la misteriosa muerte de los científicos iraníes o los códigos destructivos que generaron un serio daño en la capacidad nuclear del país.
Los iraníes juraron venganza.
La exposición pública de Fakhrizadeh en el marco del operativo atribuido a Israel contiene un segundo mensaje que merece ser destacado: el estado judío posee la capacidad de infiltrarse en Teherán y salir con media tonelada de documentos sin ser detectada.
Más allá de las amenazas de represalias por parte del régimen de Khamenei, se trata de un golpe crucial no sólo para la comunidad internacional, sino para la propia teocracia iraní.
Ahora deberán encontrar quién asistió 'desde adentro'.
"La información que fue recientemente revelada comprueba sin duda alguna que el acuerdo entre Irán y las potencias está basado en una máscara de mentiras. El acuerdo es malo y no hay nada en él que evite el peligro del régimen iraní y su plan nuclear", advirtió el vocero de la cancillería israelí, Emmanuel Nahshon a Infobae.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: