El jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general Mohammad Bagheri, advirtió de una “venganza severa” para los que estén detrás del asesinato este viernes del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh en las afueras de Teherán.
“Los grupos terroristas y los autores de este cobarde atentado deben saber que les espera una venganza severa”, dijo en un tuit de la agencia estatal de noticias IRNA.
Bagheri calificó la muerte de Fakhrizadeh como “un golpe amargo y duro”, y añadió: “Aseguramos (a los iraníes) que no descansaremos hasta que hayamos perseguido y castigado” a los implicados.
Un comunicado del Ministerio de Defensa confirmó este viernes que el científico Mohsen Fakhrizadeh resultó “gravemente herido” cuando su coche fue atacado por varios individuos, que se enfrentaron a tiros con su equipo de seguridad, y murió a causa de las heridas sufridas luego de que los médicos hicieron lo posible por reanimarlo.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, dijo que había “serios indicios de un papel israelí” en el asesinato de Fakhrizadeh, quien era jefe de la organización de investigación e innovación del Ministerio de Defensa iraní.
“Terroristas asesinaron a un eminente científico iraní hoy. Esta cobardía --con serios indicios del papel israelí-- muestra un belicismo desesperado de los perpetradores”, escribió Zarif en Twitter. Y pidió a “la comunidad internacional, y especialmente a la Unión Europea (UE), que ponga fin a su vergonzoso doble rasero y condene este acto de terrorismo estatal”.
Fakhrizadeh, una vez descrito por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu como el padre del programa de armas nucleares de Irán, había estado viajando en un coche cerca de la ciudad de Absard, en el condado oriental de Damavand, en la provincia de Teherán.
Se desconoce por el momento la autoría de la acción, pero se trazan ciertos paralelismos con los asesinatos de otros científicos nucleares iraníes registrados entre 2010 y 2012 en el país. Las autoridades iraníes acusaron entonces al Mossad, agencia de inteligencia israelí, de estar detrás de esos crímenes efectuados mediante bombas colocadas en los vehículos de los científicos o con disparos.
Para evitar que Teherán se hiciera con la bomba atómica, se firmó en julio de 2015 un acuerdo entre Irán y seis grandes potencias para limitar el programa nuclear iraní. Este acuerdo, conocido como JCPOA en sus siglas en inglés, está muy debilitado desde que Estados Unidos se retiró del mismo y volvió a imponer sanciones a Irán.
Con información de AFP y EFE
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