El ciudadano español cuya identidad no fue confirmada oficialmente mintió a los rastreadores de contactos de los casos positivos de covid-19 en la ciudad de Adelaida y debió pedir disculpas por su acción que, según las autoridades, acarreó un confinamiento de tres días en la ciudad.
El español, de 36 años y con un visado temporal en Australia como empleado de un hotel en Adelaida en el que se detectó un brote del nuevo coronavirus, ocultó a los rastreadores su segundo trabajo en una pizzería de la ciudad.
El jefe de gobierno del estado de Australia del Sur, Steven Marshall, vinculó su mentira a la decisión de confinar por seis días, que después disminuyeron a tres, a unos 1,7 millones de habitantes que viven en esta jurisdicción ante el temor de que la propagación del virus fuera más grave.
Este trabajador, que dio positivo a las pruebas de covid-19 y se encuentra en cuarentena, “está extremadamente arrepentido y profundamente dolido” por cualquiera de sus acciones que hayan provocado “un confinamiento innecesario”, dijo este martes en un comunicado su abogado, Scott Jelbert.
“Él no previó, ni intentó que las cosas se desarrollaran como lo han hecho”, agregó el abogado al precisar que si bien su cliente no tiene acceso a la información, está preocupado por haber sido señalado públicamente y porque algunos de los datos divulgados sobre su persona y su caso no se ajustan a la realidad.
SIN ACUSACIÓN CRIMINAL
El joven español coopera con las autoridades y hasta el momento “no ha sido acusado de ninguna violación de la ley”, aclaró Jelbert.
Ni en Australia del Sur ni a nivel nacional se contemplan sanciones para las personas que mienten a los rastreadores de contactos de covid-19.
El comisionado asistente de la Policía de Australia del Sur, Peter Harvey, dijo al canal 9 de la televisión local que “puede que haya delitos” en relación a la orden de confinamiento vinculado a otras leyes.
El jefe policial recalcó que por el momento no se presume culpabilidad, sino que solamente están analizando todos los hechos vinculados a este brote en Adelaida.
La Policía confiscó el fin de semana los dispositivos electrónicos del ciudadano español como parte de las investigaciones, en las que también se interroga a otras dos personas que presuntamente mintieron, sin aportar más detalles.
Asimismo, los expertos de la Policía han analizado más de 400 horas de imágenes captadas por las cámaras de seguridad como parte de esta investigación.
TRABAJOS PRECARIOS
El caso del español ha desatado una polémica respecto a la inseguridad laboral en Australia, “donde tenemos dos clases de trabajadores: unos con empleos seguros y derechos y otros sin ellos”, denunció la sindicalista, Sally McManus, en la cadena pública ABC.
“En los trabajadores migrantes hay un temor adicional: la pérdida del derecho a permanecer en el país por el incumplimiento de las normas que limitan las horas de trabajo”, apuntó en la revista de análisis The Conversation Gemma Beale, quien investiga el empleo precario en Australia.
Se calcula que hay unos 900.000 extranjeros en Australia con visados que conceden derecho de trabajo, casi siempre con restricciones, muchas veces obligados a aceptar salarios por debajo de lo reglamentario o sin declararlos para sobrevivir en este país de alta renta per cápita.
(Con información de EFE)
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